Es una de las pruebas más añoradas del Mundial de Rallies, y sin duda la más singular mientras estuvo en el campeonato desde su creación en 1973, hasta 2002 (con la excepción de 1995), cuando cayó del mismo por falta de presupuesto. Desde entonces, y como la canción del verano, no hay año en el que no haya rumores de una posible vuelta del Rally Safari que suele quedarse en habladurías.
Sin embargo, esta vez parece que hay un compromiso serio por parte del Gobierno ubicado en Nairobi para que las estrellas del WRC vuelvan a África Occidental. El gobierno presidido por Uhuru Kenyatta y con el apoyo de Uganda, estaría dispuesto a aportar dos millones de euros para que el rally esté en el Campeonato en 2020. Parte de ese dinero estará destinado a crear la organización WRC Safari Rally Project, encargada de desarrollar un rally al estilo de los de antaño, ya que para muchos críticos, el Rally Safari que actualmente forma parte del Campeonato de África de Rallies, organizado por la propia FIA, conserva una estructura más cercana a un rally moderno que al añejo híbrido entre rally y raid que era la prueba keniata.
Sin embargo, tendrá como rivales a candidaturas más asentadas, como la de Chile, Croacia o recientemente, Canadá. Oliver Ciesla, promotor del WRC, se mostraba cauto y diplomático respecto a la posibilidad de regreso del Safari: “Sabemos de la larga y orgullosa historia del Safari en el Campeonato del Mundo de Rallies, y el lugar que ocupa en el corazón de la población de Kenia. Agradecemos la pasión sincera y los grandes esfuerzos y compromiso que la Federación de Deportes de Motor de Kenia y su Gobierno están impulsando para que el WRC vuelva allí. Nos comprometemos a albergar una prueba del WRC en el continente africano en un futuro cercano y a seguir trabajando de manera cercana con el gobierno y la federación con el objetivo de ver de vuelta al Safari en el calendario del WRC”.
El rally se caracterizaba por sus extensos tramos cronometrados, superiores a los 100kms, en carreteras abiertas al público, con lo que no era raro ver a los locales mirando desde sus aldeas cómo pasaban los coches, o que la propia fauna africana supusiese un obstáculo más, al cruzar por la carretera. Los coches tenían una configuración única, con enormes tomas de aire externas para expulsar todo el polvo y la arena de los tramos africanos, y con grandes protectores en los radiadores. A eso hay que sumar las lluvias torrenciales y la propia dureza del terreno, que provocaban numerosos abandonos. Con todo ello, no era extraño que algunos años la lista de pilotos que finalizaban el rally, no llegasen a veinte.
Leyendas como Bjorn Waldegard, Ari Vatanen Juha Kankkunen, Miki Biassion, Carlos Sainz, Colin McRae, Richard Burnss, o Tommi Makinen, han sido algunos de los privilegiados en triunfar en esta durísima prueba, aunque el record con el mayor número de triunfos lo ostenta el local Shekhar Mehta, con cinco triunfos en 1973 y entre 1979 y 1982.
