El Valencia C.F. ha sido uno de los ‘grandes’ de la Liga española prácticamente desde su creación en 1919. Los ches lucen en sus vitrinas tanto títulos nacionales como internacionales y, después de varios años de reconstrucción en los que los problemas como entidad han lastrado el rendimiento deportivo del equipo, han retomado el vuelo de la mano de Marcelino García Toral.
Pero podría decirse que uno de los factores que más caracteriza al Valencia es la rivalidad que mantienen con el Real Madrid desde el histórico fichaje de Pedja Mijatovic, el cual se hizo oficial el 1 de julio de 1996. Lo que prendió el fuego que distancia a ambos clubes desde entonces no fue el traspaso en sí, sino las condiciones en las que se produjo la operación.
Lorenzo Sanz, por aquel entonces presidente del Real Madrid, negoció con Mijatovic a espaldas de Francisco Roig, que ocupaba el mismo cargo en el Valencia. Pedja era una petición expresa de Capello, que llegaría al banquillo del Bernabéu a finales de esa misma temporada, por ello, Sanz hizo todo lo posible, lindando incluso con la ilegalidad, para vestir de blanco al posterior héroe de la séptima.
En aquel recordado marzo de 1996, ambos dirigentes intercambiaron una serie declaraciones que pusieron en contra a dos aficiones enemistadas desde entonces. Frases como: “Conozco todas las clausulas de los jugadores del Madrid y Sanz se puede llevar una sorpresa” o “Si Roig se quiere llevar a cualquier jugador del Madrid que lo intente, a ver si alguno quiere irse al Valencia” fueron el inicio de una rivalidad que perdura más de 20 años después.
En la final de la Champions del 2000 cayó la gota que colmó el vaso valencianista. El destino volvió a unir los caminos de ambos clubes, esta vez en un ámbito meramente deportivo, y por aquel entonces los blanquinegros llegaban como favoritos para alzar su primera Copa de Europa, además, ante el club que cuatro campañas antes les había arrebatado a su mejor jugador de un modo no muy honesto. A pesar de ello, un Real Madrid que había finalizado la Liga en quinta posición arrolló al Valencia de Héctor Cúper gracias a los tantos de Morientes, McManaman y Raúl, goles que acabaron con los sueños de una afición eternamente enemistada con los vikingos.
[Sumario]
Desde entonces, Mestalla se ha encargado de hacer el resto. Llegase en buena o mala forma, el Valencia siempre ha puesto contra las cuerdas, y vencido en muchas ocasiones, al Real Madrid. Como ya se ha mencionado previamente, los últimos años han sido considerados como la peor época en la historia de los ches y, mientras los murciélagos volaban sin rumbo, el Bernabéu no dejaba de recibir nuevos trofeos.
A pesar de ello, el Madrid no logra vencer en el feudo valencianista desde diciembre de 2013, curiosamente el mismo periodo de tiempo en el que los blancos han levantado tres Champions. Este relevante dato demuestra que, por más que pasen los años y el estado de forma de ambos equipos se distancie en menor o mayor medida, el Valencia es de los pocos conjuntos que mantienen a raya a un club capaz de destrozar a los gigantes europeos año tras año, sufriendo al mismo tiempo las consecuencias de un fichaje más complicado de lo esperado.
