Hace justo un año se descubrió que la ciclista belga de ciclocross Femke Van den Driessche participaba en el Mundial de dicha disciplina con un motor oculto en el cuadro de su bicicleta. En ese momento se confirmó lo que muchos sospechaban desde hace tiempo; el uso de motores en el ciclismo profesional es un hecho.
Ayer por la noche, aprovechando acertadamente el aniversario de la revelación, la cadena norteamericana CBS emitió un reportaje titulado Enhancing the bike (mejorando la bicicleta), en su afamado programa 60 minutes. En dicha pieza se ofrecieron datos acerca de la utilización de motores en las bicicletas en el ciclismo profesional en carretera. El programa contó con testimonios con la credibilidad suficiente como para, al menos, poner en duda que los ciclistas solo se impulsan con sus piernas.
ISTVAN VARJAS
El húngaro Istvan Varjas, mecánico y vendedor de bicicletas, se autoproclama desde hace ya algunos años como creador del mal llamado ‘dopaje tecnológico’ (ya que el verbo dopar se refiere al hecho de administrar sustancias para potenciar el rendimiento del organismo, no de la bicicleta). En la tienda que regenta en Budapest tiene varios modelos de bicicletas motorizadas, que según cuenta están a la venta por una cifra aproximada de 20 dólares.
A lo largo del reportaje el húngaro afirma categóricamente que sabe que sus bicicletas se utilizan en ciclismo de competición. Pese a no haber vendido nunca una bicicleta a un equipo profesional, Varjas explica la facilidad de cualquier formación para hacerse con ellas mediante intermediarios: “si un abuelo viene y compra una bicicleta no sé si ésta acabará en manos de su nieto que compite”. Además, dice que en 1998 un comprador anónimo le ofreció 2 millones de dólares a cambio de la ‘fórmula secreta’ y de que Varjas no desarrollara más motores en los próximos diez años.
Varjas también afirma que el motor, además de en el cuadro, puede esconderse en la rueda trasera de la bicicleta. Esto conllevaría un aumento en el peso de la bicicleta de alrededor de 800 gramos (quédense con este dato).
JEAN-PIERRE VERDY
Si bien la figura de Varjas puede parecer la de un charlatán con poco que perder y mucho que ganar (entre otras cosas, publicidad directa para su comercio), al mecánico húngaro hay que añadir el nombre de Jean-Pierre Verdy. Exdirector del departamento de controles de la Agencia Francesa Antidopaje, profesión en la que ejerció durante 20 años, afirma sin dudar que se han utilizado motores en el Tour de Francia, aunque no puede nombrar a los corredores.
“En los últimos tres o cuatro años me han contado que se estaban usando motores. En 2014 me dijeron que había motores y que había un problema”, comenta. Noten la relevancia del personaje que habla, que debería aportar la suficiente credibilidad como para tener en cuenta sus palabras: no es un cualquiera o un escéptico de la bicicleta, sino una persona involucrada directamente con el mundo del ciclismo y los controles antidopaje.
EL TOUR 2015 Y LA SOSPECHA SOBRE SKY
El meollo de la cuestión reside en el Tour de Francia 2015 y apunta directamente al equipo Sky. Vayamos por partes:
Por un lado, Varjas explica que en la víspera del Tour 2015 vendió varias bicicletas motorizadas a un cliente desconocido a través de un intermediario (que bien podría ser el ‘abuelo’ del que se habla anteriormente). El húngaro afirma que el día previo al inicio del Tour entregó las bicicletas con motor en un “trastero cerrado con llave” en Beaulieu-sur-Mer. Dicha localidad francesa está a tan solo 20 minutos en coche de Mónaco, lugar de residencia de Chris Froome y zona habitual de entrenamiento del equipo Sky.
Por otro lado, Verdy comenta que a través de diálogos con directores de equipo, ciclistas y otros informadores, estima que 12 corredores utilizaron motores en el Tour del año 2015.
Asimismo, las autoridades francesas confirmaron a CBS que las bicicletas de Sky eran las únicas que presentaban diferencias respecto a las de los otros 21 equipos. ¿Adivinan cuál? Pesaban unos 800 gramos más que las del resto, justo el aumento de peso que -según Varjas- se da en una bicicleta cuya rueda trasera contiene un motor.
Si esto fuera verdad, en los estrictos controles de pesaje de la UCI habría quedado reflejado el peso anormal de las ruedas. Sin embargo, y aquí llega la guinda del pastel, fuentes desconocidas indicaron a la CBS que la UCI no permitió a las autoridades francesas pesar las ruedas del equipo Sky por separado en 2015.
E-MAILS: UCI – TYPHOON – VARJAS
Si bien la fiabilidad de estas “fuentes” se desconoce, existen aspectos cuanto menos sospechosos en el trato de la UCI respecto a los motores en bicicletas en ese Tour 2015, que sacó a la luz el programa Stade 2: Mark Barfield (manager técnico de la UCI) alertó al director de la empresa de bicicletas eléctricas Typhoon, Harry Gibbings, acerca de que un “ingeniero húngaro” estaba en el Tour para vender una bicicleta y visitar a los equipos.
A su vez, de acuerdo con la información de France 2, Gibbings informó a Varjas (sin duda el “ingeniero húngaro” que estaban buscando, que había firmado un contrato con Typhoon en enero de ese mismo año), avisándole: “No he dado información sobre Stefano -apodo de Varjas- ni ninguno de nuestros clientes del pasado, solo he dicho que Typhoon está contenta de ayudar como sea posible a detectar sistemas similares en las carreras”. “Todavía no me han preguntado nombres de ingenieros de Typhoon” (…) “no hace falta que os diga que esto es un lío serio y bien grande”. Tras conocer esto, Varjas se marchó de la carrera y todo quedó ahí.
Todavía quedan cabos sueltos, hay piezas que no terminan de cuadrar y se desconocen nombres de posibles implicados. Sin embargo, a simple vista, parecen demasiadas coincidencias acumuladas una encima de otra. Está por ver qué nos depara la ‘resaca’ tras la emisión del reportaje de CBS, pero lo cierto es que existen motivos para sospechar.