Este lunes en Salta se ha decidido la sanción que acarreará Carlos Sainz por la supuesta falta de socorro al piloto de Quads Kes Koolen. El holandés, más conocido por ser co-fundador de Booking.com alegó que la pareja compuesta por Carlos Sainz y Lucas Cruz lo arrollaron en la séptima etapa y además se negaron a socorrerle. Un delito muy grave que puede llevar a la inmediata descalificación de la prueba.
Una vez en el Centro de Convenciones de Salta, lugar donde la organización tenía prevista la cita para tomar declaración a los implicados, cada parte ha dado una versión contrapuesta. Sainz admite que vio al holandés salirse de pista debido a la gran cantidad de barro que había, y cuando el quad volvió a pista, tuvo que esquivarlo debido una posible colisión que, insiste, en ningún momento se produjo. “No choqué contra ningún quad. Yo lo vi a el, y el a mi y fue cuando se salió de pista. Estaba acelerando y cuando lo hice, me di cuenta que perdió el control porque había muchísimo barro. Después volvió a pista y de milagro lo esquivé, pero no le toqué”.
Koolen, por su parte, siguió insistiendo en que Sainz lo golpeó, y puso de prueba los rasguños que presenta en el brazo y los daños en el apoyo lateral derecho de su quad. “Estaría rodando a unos 20kms/h, mientras que el Peugeot iba a toda velocidad, tal vez 120, 150, 180. Se pueden ver multitud de daños en mi quad, pero él dice que no me golpeó. Yo empecé siendo un ingeniero mecánico, así que preguntaré a un ingeniero especializado en 3D que calcule la magnitud de los daños, pero creo que necesitas unos 1.500 o incluso 2 kilos para deformar un quad”. El holandés subió el grado de las acusaciones. “Tengo esas partes guardadas, porque esperaba que alguien las robase, para que nadie pueda probar nada, por eso he tenido que rescatarlas y se las daré a una compañía para que las calcule, ellos verán que tipo de fuerza lo provocó. Si el coche me hubiese golpeado 20 centímetros más a la izquierda, probablemente estaría muerto. Si lo estuviera, habría sido mucho más sencillo para Peugeot y Carlos, porque no habría sido capaz de hablar más”.
La sanción de 10 minutos de los comisarios, por “conducta potencialmente peligrosa”, no sólo no ha satisfecho a ninguna de las partes, sino que ha avivado más el fuego, ya que promete alargar este caso mucho más allá de la finalización de la prueba. Sainz considera la acción injusta y decepcionante, ya que “realmente no tuve ningún incidente con el quad, no llegué a tocarlo” Añadió que “Si le hubiese dado no me quedaría más remedio que aceptarlo y por supuesto que me habría parado. Estoy recibiendo una penalización de 10 minutos por nada, pero no voy a dejar que me influya, voy a tratar de seguir haciendo mi carrera”.
En su defensa salió Bruno Famin, director deportivo de Peugeot, que nada más conocer la decisión, afirmó que el equipo apelaría: “La verdad es que Carlos no golpeó el quad, porque no estaba dañado y finalizó décimo en las dos etapas siguientes”. Haciendo referencia a que, si bien está claro que el vehículo de Koolen presenta daños, los comisarios no han podido probar que hayan sido provocados por el 3008 de Sainz. “Además, si los organizadores creen que ha habido un comportamiento erróneo de Sainz, deberían sancionarle económicamente. Así que vamos a anunciar que apelaremos la decisión. Podemos presentarla en los próximos tres/cuatro días, pero pasarán bastantes semanas hasta que haya una decisión, a no ser que vayamos por tribunales internacionales. Si no, es un proceso que puede llevar de cinco a seis meses. Nadie entiende esta sanción, porque abre la puerta a cualquier cosa, si cualquier competidor dice que casi choca con otro, todos tendríamos una penalización de 10 minutos. Es realmente incomprensible”.
Koolen también tomará medidas, ya que admite que la penalización le parece insuficiente para la magnitud de lo sucedido. por ello, demandará tanto a Peugeot como a Sainz. “Soy un hombre de negocios y tengo acceso a un montón de buenos abogados, posiblemente los mejores del mundo, mucho mejores que los que tienen este tipo de organizaciones. Si no se imponen sanciones serias, tomaré mis propias medidas en cuanto vuelva a casa y presentaré una ofensa criminal”
Para el holandés, lo peor fue la falta de disculpas por parte de Sainz o Peugeot. “Podría estar muerto y ni siquiera echó un vistazo, ni paró, ni preguntó después si estaba bien. Tomaron muchos riesgos de manera consciente, poniendo en peligro las vidas ajenas. Ni ayudaron ni se han disculpado, no me cabe en la cabeza”.
Incluso criticó a la organización del Dakar. “Nadie vino a preguntarme qué pasó. No se trata de Carlos, creo que no es el enfoque correcto, es sobre la situación en sí. Este es un ejemplo de que los coches deberían preocuparse por la seguridad. Si alguien está en peligro, lo ayudas, y no haces este tipo de cosas”.
El caso ha tenido tal magnitud que pilotos como Orlando Terranova, afirman que podría haber intereses ocultos en esta denuncia, ya que Koolen es accionista de Toyota Overdrive, el equipo bajo el que está Nasser Al Attiyah, actualmente segundo a 56 minutos de Carlos.
