Es un momento que tarde o temprano habrá que llegar, tras 37 años en activo, Sainz piensa seriamente en colgar el casco. Tras una exitosa carrera en el Campeonato del Mundo de Rallies, que finalizó en 2004 con 26 victorias globales, ha estado centrado en el Dakar, primero con Volkswagen desde 2006 hasta 2014, y actualmente con Peugeot.
Esta posible última participación de Sainz se produce en el mismo año que Peugeot dejará el Dakar para centrarse en el Campeonato del Mundo de Rallycross con Sébastien Loeb. “Espero darle a Peugeot la victoria en su último Dakar tras su regreso. Y ahora mismo no pienso en otra cosa que no sea empezar a correr el seis de enero. Tengo 55 años y me encuentro cerca de la retirada, pero actualmente tengo mi mente puesta en este Dakar. No estoy pensando en que vaya a ser el último, sino en que voy a ganarlo. Ya habrá tiempo para meditar en el futuro, no se qué opciones habrá tras enero”.
Sainz ganó el Dakar en 2010 a bordo de un Volkswagen Touareg, pero desde entonces la victoria le ha sido esquiva. De momento con Peugeot no ha tenido ocasión de acabar la prueba. En 2015 se precipitó por un barranco mal señalizado en la hoja de ruta, un fallo en la caja de cambios le privó de continuar en 2016 y en la pasada edición protagonizó un espectacular accidente.
Sus compañeros serán nuevamente Stéphane Peterhansel, aka “Monsieur Dakar”, Cyril Despres y Sébastien Loeb, a los que no reparó en elogiar: “Tengo tres compañeros de equipo fantásticos, con Loeb y Peterhansel disputándose el primer lugar. Peterhansel tiene una grandísima experiencia y sabes que siempre va a estar ahí. Y Loeb está en su tercer año y ya tiene la experiencia suficiente como para ganar el Dakar”.
También tuvo palabras para el rival más próximo de Peugeot, Mini. Sin embargo, por la juventud del nuevo vehículo de sus rivales, cree que aún no estará listo para ganar, pero que puede optar a ganar algunos tramos.
