Un año después de tomar las riendas del Real Madrid, tras la destitución de Rafa Benítez, la trayectoria de Zinedine Zidane en el banquillo blanco era intachable. Había conseguido ganar la undécima Champions League, frente al Atlético de Madrid y, en la presente temporada, el equipo se mostraba intratable en la Liga, líder absoluto en la clasificación, sin demostrar un gran juego, pero con una eficiencia aplastante. Cerró el 2016 con el triunfo en el Mundial de Clubes y empezó el 2017 eliminando al Sevilla en la Copa del Rey y estableciendo el récord de cuarenta partidos sin perder. Sin embargo, toda esa trayectoria comenzó a torcerse en el momento en que “Zizou” tuvo que medirse ante una de las “escuelas” que más influencia ha tenido en el fútbol, la de Bielsa. Efectivamente, el Real Madrid ha caído derrotado en sus enfrentamientos ante el Sevilla, en Liga, y el Celta, en la Copa del Rey, cuyos entrenadores, Jorge Sampaoli y “El Toto” Berizzo respectivamente, hunden sus raíces futbolísticas en el estilo de Marcelo Bielsa.
Derrota ante el Sevilla
En el encuentro de Liga en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla, los merengues fueron incapaces de superar al conjunto hispalense, pese a dar la sensación de tener el partido bajo control, sobre todo, después del gol de penalti de Cristiano Ronaldo. Pero lo que caracteriza a los equipos de Sampaoli es la presión constante y la búsqueda del rival en todo momento, sin tapujos, con valentía, hasta que el árbitro decrete el final del partido. Así fue como el Sevilla remontó el resultado al Madrid, en el tiempo de descuento. Ya en el enfrentamiento de vuelta en la Copa del Rey, Zidane sufrió las embestidas del cuadro sevillista, que llegó a crear hasta quince ocasiones claras de gol, aunque no fueron suficientes para remontar la eliminatoria. Eso le hizo reflexionar al técnico francés, que modificó el dibujo táctico en el choque de Liga y colocó una defensa de tres centrales y dos carrileros, pero no consiguió llevarse los tres puntos. Sampaoli le ganó la partida en la recta final, cuando el Madrid ya se veía vencedor y el Sevilla apretó, sacando fuerzas de donde no las había.
Eliminado por el Celta
Lo mismo ha ocurrido con Berizzo. Ya en el partido de Liga, en el Bernabéu, en la segunda jornada del campeonato, el Celta se lo puso muy difícil al Real Madrid, aunque al final el conjunto blanco consiguió imponerse con una victoria muy sufrida por 2-1. Esta vez, la historia ha sido diferente. El conjunto gallego se plantó en el coliseo madridista y afrontó el partido con rebeldía, sin arrugarse, presionando arriba al Madrid para dificultarle la salida de balón y aprovechando algunas lagunas defensivas en los merengues para marcar. Así fue como llegaron los dos tantos vigueses. Anoche, en el partido de vuelta, ocurrió lo mismo. Al Madrid no le sienta bien la presión tan fuerte, no sabe sacar el balón como lo hace el Barcelona. Eso lo sabe Berizzo, que trató de bloquear a Kroos y Modric (Isco ocupó anoche su lugar), los únicos capaces de dar algo de luz al juego blanco, y ganar a Zidane en el centro del campo.
El Real Madrid perdió su primer partido esta temporada ante el Sevilla, después de una larga racha de cuarenta partidos sin conocer la derrota. Ahora, ha caído eliminado en la Copa del Rey ante el Celta de Vigo. Precisamente, Sevilla y Celta, dos equipos dirigidos por discípulos directos de Marcelo Bielsa, cuyo estilo de fútbol ha conseguido derrotar a un Zinedine Zidane que, hasta el momento, parecía imbatible.