Texto de Augusto César Lendoiro, ex presidente del Deportivo de A Coruña:
"Hace bastante tiempo que lo venía avisando, pero nadie quería darse por enterado, porque el fútbol no podía permitirse el lujo de perder a Luisín, ese líder del futbol modesto, que rubricó las páginas más brillantes de la historia del Deportivo.
Los que hemos gozado de su amistad y cariño, ya no podemos más que recordar sus enormes valores humanos de hombre justo, entregado y honesto… que predicó desde su paso por el Galicia Gaiteira, y que yo pude constatar de forma personal en la Asociación Coruñesa de Fútbol Modesto y en el R.C.Deportivo.
Me pueden creer que es muy difícil encontrar personas con el trabajo de Luisín, sin pedir nada a cambio. Yo eso lo pude comprobar en nuestro primer trabajo en común. Él era directivo del Galicia Gaiteira, y yo del Español, cuando los clubs modestos coruñeses decidimos fundar la primera Asociación de Fútbol existente entonces en España, cosa que no era del agrado de la Federación Gallega, de cuya directiva también formaba parte, pero mantuvo el tipo desde el principio.
Por si el fútbol modesto no fuese suficiente, el paso siguiente fue pedirle que se incorporase al grupo de directivos de modestos que teníamos que enfrentarnos en 1988 a la delicada situación por la que pasaba entonces el Deportivo. Se entregó a tope y colaboró en darle forma al primer “Convenio Depor-Modestos”, nuestra gran promesa electoral, que supuso que “hirviese la olla del fútbol coruñés”, en preciosa frase años antes del Dr. Hortas, cuando Luisín, y todos los demás, enarbolábamos la defensa de la bandera del fútbol aficionado.
Otro de los grandes momentos en los que participó de forma brillante, y narró minuto a minuto, fue en el fichaje de Bebeto. Su forma de ser, en ocasiones parecía alemán, le llevaba a confeccionar más que un diario un minutado, porque anotaba en qué momento nos había atacado el perro, a qué hora y minuto Denise nos había abierto la puerta y el minuto exacto en el que Bebeto le confirmaba a Giovanni Brankini que se venía para A Coruña y se olvidaba de Dortmund.… y fue testigo presencial de la firma de Mauro Silva en la camilla del Pacaembú… y notario de cómo Florentino Pérez condenó a Etoo por rebelarse, y negarse a venir al Dépor dentro de la operación de Flavio, y…, pero sí es preciso destacar su gran obra: “El Mundo del Fútbol”.
Los múltiples problemas que se tuvieron que resolver y las increíbles zancadillas que sufrió la Ciudad Deportiva las vivió todas Luisín y en primera persona. Fue una gestación muy difícil. No me atrevería a certificar quiénes serían el padre, la madre y la comadrona de la recién nacida, pero no tengo ninguna duda en catalogar a Don Luis Sánchez Doporto como el “Hacedor” de ese nuevo mundo que se le abría a los jóvenes futbolistas blanquiazules.
Como buen vigía lo controlaba todo, dedicándole horas y horas para que se pudiesen solucionar todas las dificultades. Creo que tan sólo una cosa no pudo conseguir y, para mayor desgracia, la negativa le llegaba, a un defensor de Betanzos como él, de una betanceira, cuyo nombre todos llegamos a pronunciar, que se negaba a vender una parcela que, sin ser imprescindible, suponía cerrar de forma más estética el acceso a los campos.
Querido Luisín. Hiciste méritos para destacar entre “Os bos e xenerosos”. Ojalá algún día el campo principal de tu Ciudad Deportiva “El Mundo del Fútbol” lleve el nombre de Luis Sánchez Doporto. Te lo has ganado… y hasta es posible que veas que, como homenaje a ti, se ha incorporado esa pequeña parcela que queríamos. Como diría mi amigo Alfredo Relaño, recibe “un abrazo de GOL” -como el que nos dimos todos al finalizar el Centenariazo- de todo el deportivismo y, en especial, de tus amigos de la Directiva que te tendremos presente en todas nuestras reuniones.
Eso si, no te olvides de darles el más grande y sentido de los abrazos a los queridos Lolo Montiel y Roberto Veira, que seguro te estarán esperando.
Te queremos. Augusto, Pepe, Felipe, Pachy, Pati, Suso, Javier y Eduardo".