Las claves
1ª. El equipo jugaba como uno solo. A pesar de no ser el partido más vistoso del Betis, en tareas defensivas, todos ayudaban: dos claros ejemplos fueron Campbell y Sanabria, que bajaban constantemente a defender y presionaban con intensidad la salida de balón del Alavés, algo que permitió a los locales hacerse con la posesión con más rapidez.
2ª. Partían Guardado y Camarasa como interiores que se moverían, desde el principio hasta el final, con mucha fluidez por el centro del campo. Con Javi García como guardaespaldas, los dos podían moverse con libertad de una banda a otra, otorgando dinamismo a los laterales y permitiendo a delantero y extremos internarse entre las líneas para recibir de espaldas y ayudar al equipo a adelantar las líneas.
3ª. El Alavés venía con el trabajo hecho, y desde el comienzo del partido, De Biassi plantó a su equipo con las líneas muy estrechas a la hora de defender. Defendían en conjunto, desplazándose lateralmente cuando el balón cambiaba de banda, cerrando así los huecos por el carril central. Esto fue algo que supo aprovechar el Betis, explotando los cambios de banda con balones largos y los pases en profundidad con protagonismo de laterales y extremos, en busca de centros al área. De esta forma llegó el primer gol, tras un gran centro de Antonio Barragán que supo rematar con calidad el delantero Sanabria.
4ª. Si bien es cierto que ante el Valencia la baja de Javi García lastró en demasía al equipo, su mera presencia en el centro del campo el pasado sábado dio media victoria al conjunto de Setién. Es un jugador diferencial sin hacer un trabajo vistoso para el aficionado al fútbol vistoso. Durante los noventa minutos, se dedica a hacer el trabajo sucio para el que tiene un don y, además, estructura él solo al equipo y permite que las posiciones se mantengan compactas, evitando así que el Alavés encuentre ciertos huecos que podrían aparecer si él desapareciera. Fue un factor clave en la victoria.
5ª. Mucho físico en el centro del campo con Camarasa y Javi García, batalla ganada. Es destacable también la aparición de Camarasa en el once. Puede que, para algunos, no hiciera un gran partido, pero si se analiza en frío, realizó tareas secundarias que permitieron al Betis ganar la batalla física en campo rival, así como en recuperaciones en campo propio. Su físico permitió al Betis dominar la posesión en el centro del campo, imponiéndose al conjunto rival que contaba con tres mediocentros inferiores a Camarasa en este aspecto —Wakaso, Pedraza y Medrán—. Fue muy importante que Camarasa partiera como titular en el partido, ya que el Betis pudo dominar, en parte, gracias a él, la posesión desde el primer minuto.
6ª. Hay que recalcar que, a pesar de la victoria, el partido no fue ni mucho menos bueno por parte del Betis. Sin embargo, si hay que destacar un jugador clave —además de Javi García— en el partido, es a Antonio Adán. El meta bético estuvo incontestable ante el Deportivo Alavés. Fueron pocas las oportunidades de las que disfrutó el conjunto vitoriano para rematar a portería, pero siempre que lo conseguía, se topaba con Antonio Adán. El guardameta detuvo varias ocasiones manifiestas de gol por parte del Alavés que permitieron al Betis mantenerse firme en el partido.
7ª. Nuevo once, otra jornada más, con las novedades, entre otras, de Tosca y Amat. Partido correcto de ambos. Setién ha demostrado tener variables y alternativas en su estilo de juego. Si bien su forma de jugar la posesión no cambiará en ninguna circunstancia, es un entrenador que sabe rotar a conciencia, y que sabe hacerlo bien. Frente al Alavés tuvo la obligación de, otra semana más, colocar en el verde una alineación diferente, por novena jornada consecutiva. Esta vez, las novedades fueron Campbell, Camarasa, Tosca y Amat. Dos jugadores, estos últimos, que sin ninguna duda hicieron un partido más que correcto. Ambos estuvieron certeros a la hora de defender los contraataques lanzados por el Alavés, llegando con velocidad para cubrir los pases y, en muchas ocasiones, para arrebatar el balón al rival. Además, en el caso de Tosca, supo subir la línea correctamente y escudar a Joaquín en los momentos que lo necesitaba.
8ª. Los tres cuartos del campo rival pertenecían a Sanabria, jugando de espaldas y aguantando el balón. Sanabria volvió a encontrarse con el gol en Liga, donde lleva ya seis dianas en su haber —cinco consecutivas, entrando así en la historia—. El paraguayo fue dueño y señor de la posesión cerca del área rival, jugando en suma mayoría de veces de espaldas al rival, sabiendo aguantar correctamente el balón y permitiendo, de esa manera, dar verticalidad a las bandas para poder jugar balones entre líneas, cuando él devolvía el balón a los mediocentros y aprovechaba para cortar la línea defensiva alavesista en dirección al área, para buscar un centro que rematar. Así logró la primera diana, en una jugada muy inteligente de todo el equipo.
