El centrocampista del Sevilla FC, Éver Banega, habló ayer a los micrófonos de la radio oficial del club para repasar la actualidad sevillista, su despedida y la final de la UEFA Europa League de mañana ante el Inter de Milan (viernes 21, 21:00 horas, Movistar Liga de Campeones, Mitele Plus y SFC Radio). En primer lugar, habló sobre su abrazo con Navas, fruto de la alegría de conseguir la victoria ante el Manchester United. "El sufrimiento y el trabajo que nos lleva durante tanto tiempo, en este año tan difícil, a llegar a una nueva final. Todo el equipo se merece una nueva oportunidad. No todos los años se consigue llegar ahí y a nosotros esta competición nos ha dado mucho. Ese abrazo de sufrimiento fue por conseguirlo una vez más y estar tan cerca, porque nos queda un pasito más", explicó Banega.
Por ello, agradece al Sevilla FC todo lo que ha apostado por él, ya que para Banega, el club le ha "demostrado siempre que desde que llegué ha contado conmigo. Me fui, volví y siempre me tuvieron en sus planes. Uno siempre quiere demostrar lo mejor dentro de la cancha y ayudar al máximo al club". Sobre cómo llevan la final, afirman que se sienten tranquilos, añadiendo que cuando pasan los días "también llega la ansiedad por que llegue el partido. De momento estamos bien, somos un grupo y estoy sobre todo con el Mudo, con Lucas, Regui y Escu. Nos llevamos muy bien y tratamos de sonreír y pasarlo bien, intentando olvidar el contexto porque es una responsabilidad enorme, pero cuando llegue vamos a estar preparados y se va a ver".
Una nueva final para Banega, del que tiene muchas ganas ya de jugar mañana: "Vamos con naturalidad, respetando al rival pero yendo a por ellos. Sabemos que son muy poderosos pero nosotros somos el Sevilla FC y por algo estamos en la final". Con pasado interista, no le resta importancia al rival: "Vamos a trabajar lo nuestro, pensamos en nosotros, miramos un poco a lo que hacen ellos y a partir de ahí centrarnos y estar unidos, que es hasta donde nos llevó el equipo".
Un parón obligatorio donde ha permitido trabajar mejor, y donde explica que se ve "un Sevilla luchador, que no baja los brazos y que pelea cada pelota como fuera la última. Eso también es parte del cuerpo técnico y del trabajo durante el confinamiento para llegar de la mejor manera". Sobre el encuentro, asegura que está muy igualado, aunque ellos "saldrán a morder como siempre. Está claro que han ganado una semifinal que parece fácil pero no lo fue. Nosotros trabajamos para hacer las cosas bien y para que esos errores que tuvo el Shakhtar no se produzcan".
Por ello, entiende que Navas se merece levantar esa Copa como capitán: "Es un chico de la casa, que se lo merece por todo lo que le da al club y difícilmente van a poderle sobrepasar en partidos con esta camiseta. Ojalá pueda levantar el título siendo capitán. Nos pondría muy orgullosos porque se lo merece". Pero, sobre todo, saben que echarán de menos a la afición, un jugador número 12 en este tipo de partidos. "Sería increíble que pudieran estar con nosotros. Me ha tocado disfrutarlos muchas veces y es duro que no estén. A la distancia nos van a dar todo su apoyo, los sentimos así y vamos a pelear cada pelota hasta el último minuto como ellos se merecen", explicó.
Por ello, sabe que debe despedirse a lo grande, y si es con una victoria, mejor: "Me emociono porque llegan los últimos 90 minutos. Ahora estoy distendido pero cuando pasen esos 90 minutos y ojalá podamos ganar, ojalá pueda agradecer a toda la gente. Somos una familia y cada día que paso aquí me lo paso muy bien y disfruto mucho. Te vas a casa con una sonrisa y eso es muy importante para un futbolista. Volví para quedarme estos tres años, cumplir mi contrato y el sueño de jugar otra final. Ahora toca jugarla y dejar lo mejor". Por último, pide al sevillismo que "tiremos todos para el mismo lado, porque si dejamos todo en la cancha con actitud y concentración, el fútbol sale solo y seguro podremos hacer cosas grandes".