El ex defensa del Sevilla FC, Fernando Navarro, recordó en el programa Sólo el Sevilla de la radio oficial del club, la cuarta Europa League conseguida con el equipo, de la que se cumplen cinco años. El futbolista destacó que, al levantar el título, sintió que fue "el privilegio de tener ese lujo de poder representar a todos los sevillistas en el momento de alzar la copa. Es el momento soñado por todo jugador profesional". Por ello, entiende que "es un momento que queda para la historia, y cualquier persona que trabaje cerca del club y sienta esos colores habría estado igual de bien que la levantara. Sientes satisfacción por el trabajo conseguido y toda tu trayectoria profesional se ve marcada".
Al recordar las imágenes, Navarro explicó que fue "un aportunado" de pertenecer al equipo, y añadió que en el fútbol "va todo muy deprisa y cuando consigues las cosas, no eres consciente de lo que dejas atrás". Por ello, añade que cada vez que ve las imágenes "es especial y también ver a Jose. Lo he tenido presente durante toda mi carrera porque siempre que nos hemos enfrentado nos hemos encontrado y hemos jugado juntos con España. Cuando ves eso te llenas de recuerdos, de momentos bonitos y de gente que ya no está con nosotros".
El ex futbolista cree que fue una final distinta a las anteriores, debido a que eran "claro favoritos al título". Aun así, entiende que eran un club "históricamente más potente que el Dnipro y nos veíamos con esa obligación de volver a ganarla. El equipo estaba bien, llegó en una fase muy buena y estábamos convencidos de que era para nosotros. No es fácil gestionar el papel de favorito en una final".
Asimismo, sobre este tema, indicó que "normalmente el que se siente inferior por historia y por fútbol deja la responsabilidad al equipo más importante. Había que dar el paso hacia delante para ganar y demostrarlo y sabíamos que no iba a ser sencillo. Ellos eran jugadores desconocidos para muchos, pero habituales en una buena selección ucraniana. Estábamos confiados de las posibilidades, pero el partido no fue lo holgado que podía parecer y hubo que pelearlo".
Una final donde fue titular, aunque Navarro confesó que lo pasó mucho peor "en Turín porque el Benfica era un rival muy potente y que estuvo cerca de hacernos daño". Por tanto, la conclusión a la que llega es que en las finales "intentas transmitir seguridad, tranquilidad y confianza a los que juegan. El estar fuera te limita mucho más y te pone más nervioso que cuando estás jugando".
También destacó el apoyo de la afición, que implusó al equipo a la victoria. "Fue vital, algo más que un tercer aliento. Ver toda la gente que se desplaza, te apoya e invierten tiempo y dinero para darte ánimos es un motivo grande para dar ese poquito más que el equipo siempre da. Para nosotros, ver a tanta gente en un viaje tan lejos, una ciudad lejana de Sevilla… Son más motivos para darlo todo y llevarte la copa otra vez para casa", explicó Fernando Navarro.
Actualmente, forma parte de la dirección deportiva del equipo con Monchi, y dio su opinión sobre cómo se ve ahora el fútbol. "Cuando estás en el otro lado, me parece mucho más para mí. Es cuando te das cuenta de cómo funcionan las cosas, por qué se deciden. Es como si fuera un puzle. No es fácil encajar las piezas pero el Sevilla es especialista en hacerlo con plantillas nuevas e ilusionantes. Ojalá en mi primer año pueda tener la suerte de levantar otro título", explicó.
Por último, habló sobre qué se siente al llevar el brazalete de capitán del Sevilla FC: "Era una responsabilidad con mis compañeros, que habían decidido que fuera el primer representante del grupo. Viendo la historia, los capitanes que ha tenido el Sevilla y lo que conlleva formar parte de un equipo campeón… Es responsabilidad, respeto y orgullo. Tuve mucha suerte con el grupo que estuvimos, un gran grupo humano que nunca dio un conflicto. Fue un privilegio llevar el brazalete".