Augusto César Lendoiro ha vuelto a escribir un artóculo relacionado con su pasión: el fútbol. En estos tiempos en los que tan habituados estamos de ver cómo vuelan los cuchillos de un lado para otro entre la clase política sin aportat una sola idea de conjunto, Lendoiro sale al rescate del fútbol menos profesionalizado del panorama español con una iniciativa. Bajo el título ?“LIGA LUÍS ARAGONÉS”, O CÓMO ACERCAR EL PROFESIONALISMO A SEGUNDA B", el expresidente del Deportivo establece unos parámetros para seguir ampliando de forma vertical la red profesionalizada del fútbol.
"La reciente petición de 30 equipos de proponer a la FEF una reestructuración de la 2ªB para la temporada 2020-21, me recordó la solicitud que Javier Tebas le hizo hace un par de años para disputar el famoso partido de Liga en Miami, porque ambas solicitudes tienen un denominador común: su ilegalidad.
Así de rotundo me manifiesto hoy -al igual que había hecho respecto al encuentro en EEUU, y así lo han confirmado los jueces- ante la propuesta de ese G-30, que, aún desconociendo los nombres de los peticionarios es fácil pensar que serán la práctica totalidad de esos 40 equipos “clasificados de forma directa”… por ellos mismos.
La idea del G-30 nace a raíz de la “decisión” de la FEF de dar por finalizada la 2ªB y la 3ª. Una ‘decisión” que califico de acertada (por su aceptación mayoritaria), muy oportuna (la exigía la Covid-19) e inteligente (en época preelectoral elimina los descensos)… pero también tengo que catalogarla como una solución incompleta.
Para completarla, Luís Rubiales debe afrontar una seria reestructuración de la 2ªB, tras rechazar la petición del G-30, porque nadie podría admitir que la tabla de la liga 2019-20, suspendida a falta de 10 jornadas para su final, a causa de una pandemia, se pueda utilizar de forma torticera, como ilegítimo sostén de la nueva competición.
La admisión de lo solicitado por el G-30 no aguantaría ni el primer envite jurídico. Lloverían demandas, y las ganarían, no sólo de los 40 equipos descartados de 2ªB, sino también de los 18 que ascenderán ahora de de 3ª, y a los que también se les hurta el derecho de poder ascender a la Liga SmartBank en la próxima temporada.
Por lo tanto, no ofrece duda que el camino elegido por el G-30 es incorrecto, pero tampoco puede dudarse que éste es el momento “ad hoc” para abordar ese cambio estructural de la 2ªB que llevamos años demandando. Es la cuenta pendiente con ese fútbol tan complejo, porque no es profesional… pero tampoco es aficionado.
Para delimitar bien uno y otro campo, la condición “sine qua non”, es lo primero que se ha saltado el “G-30”: la aprobación por la Asamblea de la RFEF, previa al inicio de la temporada. Todo lo demás (número de clubs, grupos, sistema de competición…) es discutible. Es decir, nunca se podrá poner en marcha, legalmente, una nueva 2ªB antes del ejercicio 2021-22, y eso siempre que la FEF apruebe el sistema antes del inicio de la temporada 2020-21, para que los clubs puedan conocer con tiempo las reglas que entran en vigor y así puedan marcar sus objetivos.
Me imagino al Presidente Rubiales sonriendo, ante un futuro muy atractivo. Lo tiene fácil. Lo veo ilusionado diseñando desde la Federación su propia Liga. Una Liga fuerte, competitiva y rentable -con importantes ingresos por TV y patrocinios, derivados de las ciudades y los clubs participantes- que sea verdadera antesala de la competición profesional -una similar a la inglesa “League One”- que le pisase de verdad los talones a la Liga SmartBank del Presidente Tebas.
Para ello en la próxima Asamblea, la RFEF debería aprobar las bases de una nueva competición para la temporada 2021-22. Yo la bautizarla “Liga Luís Aragonés”, en homenaje a quien representa, como nadie, el fútbol de la calle, el fútbol de siempre. Nacería con ella un debate sobre si deben ser 20 ó 40 los equipos. ¿Tú qué dices?
Solución “A”. La integrarían 40 clubs, divididos en dos grupos (Norte y Sur) de 20 equipos. Los clasificados serían los diez primeros de cada grupo de la actual 2ªB. Todos los no clasificados reforzarían la 3ª, ya que desaparecería la 2ªB.
Solución “B”. La integrarían 20 clubs en un solo grupo. Los demás equipos de la 2ªB 2020-21 formarían los 4 grupos de 20 clubs, previos los ascensos y descensos. Sería la decisión ideal si se pretende una Liga cercana al profesionalismo. Los 20 clubs según la clasificación de la 2020-21, serían los 4 descendidos de 2ªA, los 12 derrotados en los play off a 2ªA y los 4 quintos clasificados en los grupos de 2ªB.
Entonces, se podría preguntar ¿por qué no iniciar con 40 clubs y reducir después a 20 si se necesitase? Porque los 20 equipos que descendiesen se tendrían que integrar en su grupo de 3ª, un descenso demoledor, ya que en la 2021-22, al seguir la Solución “A”, habría desaparecido la actual 2ªB. Por contra, si se opta por la Solución “B”, creando un solo grupo, sí podríamos incrementar un segundo, al que accederían los 20 mejores de esa 2ªB que, en ese supuesto, se mantendría igual.
Con una “Liga Luís Aragonés” potente debemos recuperar toda la fuerza del fútbol que hemos perdido en grandes capitales, hoy alejados del fútbol profesional, porque no nos podemos permitir el lujo de desdeñar el gran potencial económico de muchas ciudades, algunas de ellas en el Top 12 de España, o de olvidarse de las millonarias inversiones que instituciones públicas, y la propia LFP, han hecho en sus estadios.
¿Cómo no pensar en tantos clubs históricos y aficiones, abandonados a su suerte en la penuria de la 2ªB y la 3ª? Entre ellos están 14 de los 38 fundadores de la Liga de Fútbol Profesional en 1984: R.Murcia y Hércules, en Primera, y 12 de Segunda, desde el ‘Decano’ Recre hasta el Salamanca, pasando por Castellón, Logroñés, Sabadell, Cartagena,Castilla, Barsa B, Athletic B, Atlético B, Lorca y Puertollano?
A ellos se tendrán que unir los descendidos de 2ªA y los hoy pujantes At. Baleares, Badajoz, Cultural, Marbella, Ibiza, Yeclano, Cornellá, Peña… los históricos Burgos, Lleida, Nastic, Jerez, Jaén, Sestao, el Mérida de Fouto… y tantos que harían la lista interminable, aunque, permítaseme, como gallego, rendir honores al Pontevedra del “Hai que roelo”, Racing Ferrol, finalista Copa-1939, Compos de Caneda, Ourense…
Y concluyo sintetizando este texto en dos preguntas:¿Es el momento idóneo de crear una potente “Liga Luís Aragonés”, integrada por clubs deportiva y económicamente fuertes, antesala del profesionalismo? SÍ. ¿Se atreverá a afrontar ese cambio Luís Rubiales en plena época preelectoral? La respuesta le corresponde al presidente".