Miguel Ángel Fernández Vidal, de Ponferrada (León) a sus 31 años, corre en 1 cc, se prepara para las grandes pruebas nacionales y disfruta del rugir de su moto, como de la compañía, en todos los campeonatos, de su mujer y su hijo.
Esto es afición; afición, de la buena, de la que te la pagas desde el primer céntimo hasta el último. Lamentable que el gremio de moteros esté en tan penosas condiciones que, solo mejoran, si triunfan en el mundo; claro que, si ya tienen el triunfo debajo del brazo y los contratos en la gestoría, cabe preguntarse… tantas cosas.
Fernández Vidal le cuenta a Columna Cero su deseo, su meta, su objetivo.