Hace una semana, todo pintaba bien para el Real Madrid. Eran líderes en liga, y tenían sus esperanzas puestas en ganar la Champions una vez más. Pero, en tan solo unos días, todo se ha echado a perder. El pasado fin de semana se perdió el liderato en liga. Y en el encuentro de anoche ante el Manchester City, al conjunto merengue se le ha puesto muy cuesta arriba la continuidad en la Champions League.
Lo que más ha dolido a los aficionados blancos es que el partido se perdió en un momento de despiste. El Real Madrid iba ganando 1-0, y tenía el encuentro bastante controlado. Pero un gol repentino de los de Guardiola, un penalty que podía haber sido evitado y una tarjeta roja a Sergio Ramos hicieron que finalmente se fuese todo de las manos.
Todo ocurrió en un lapso de 15 minutos. Un Real Madrid que estaba realizando un buen encuentro, lo dejó escapar en un momento de despiste. 15 minutos que hacen que, aunque aún hay opciones en dos competiciones, la sombra de un nuevo año en blanco vuelva a planear sobre el Bernabeu.
Y es que la Champions League es una competición en la que no hay sitio para las equivocaciones. Una vez superada la fase de grupos, nos encontramos en partidos eliminatorios, y ante equipos de primer nivel como el dirigido por Guardiola. En esas circunstancias, relajarse durante unos minutos puede ser letal. Y el encuentro de ayer ante el Machester City es la prueba más clara de ello.
Aún queda la esperanza de la vuelta, y de volver a ser líderes en liga. Pero al conjunto merengue le toca ponerse las pilas para no terminar siendo devorado por las críticas de los aficionados. Un error más podría ser una verdadera hecatombe.