Tras el desastre del pasado jueves, el Sevilla volvía al Sánchez Pizjuán para ponerse frente a su público y que este lo juzgara como mejor creía conveniente. La Copa del Rey ya forma parte del pasado y de las noches negras del sevillismo. La derrota y sobre todo la imagen ante el Mirandés es una herida que a buen seguro los de Lopetegui querrán solventar cuanto antes.
Los encargados de palpar el ambiente inicial en Nervión son los habituales con la novedad de Sergi Gómez por el sancionado Diego Carlos. También vuelve al once titular Joan Jordán tras varios partidos en los que bajó sensiblemente su nivel tras un gran inicio de temporada (no era titular desde la jornada número 18 en Liga). En los prolegómenos del encuentro, Banega recibió silbidos por parte de la afición cuando se anunció su nombre. El argentino es uno de los señalados tras la eliminación del torneo del KO el pasado jueves.
El choque comenzó con un Sevilla sabedor de la ‘deuda’ que tenía hoy ante su público. Debía además de ganar, ofrecer una buena imagen para hacer pensar a la grada que lo sucedido a mitad de semana fue un accidente y no el inicio de una debacle. Además, los resultados de sus rivales por los puestos Champions, Valencia, Getafe y Atlético de Madrid habían ganado salvo el conjunto colchonero. La posesión fue en todo momento de los locales aunque con escasez de peligro.
Demasiado lento
A estas alturas de temporada todos los equipos se tienen muy estudiados y el Sevilla no es una excepción. Los rivales se plantan bien atrás y los andaluces, como locales, toman el balón pero cuando la circulación de este no tiene velocidad, no genera peligro porque no sorprende al rival. Esto pasaba cuando se alcanzaba la media hora de partido ante el Alavés.
El partido continuó por derroteros parecidos e incluso el Alavés tuvo una oportunidad clara que despejó Vaclik como un auténtico portero de balonmano tras emplearse con los pies. A poco más de medio minuto para terminar el primer tiempo, un centro de Ocampos desde la parcela de tres cuartos, pasó por delante de De Jong en el área pequeña pero el holandés no alcanzó a rematarlo. Se llegó al descanso con 0-0.
Movimiento en el banquillo
El regreso de vestuarios de ambos equipos no trajo movimientos de salida en los 22 protagonistas iniciales aunque pasados los primeros cinco minutos, Lopetegui decidió dar entrada a uno de los fichajes de este mercado invernal. Suso entró por un Nolito que se llevó una importante ovación del respetable. También ingresó en el terreno de juego Franco Vázquez por Joan Jordán. Al equipo se le vio otro ritmo y en la salida de un córner en el 54, Koundé remató y su testarazo de marchó pegado a la cepa del poste derecho de Pacheco.
Mazazo en forma de gol
A pesar del buen resultado que le estaban dando los cambios al Sevilla, el gol no llegaba aunque el peligro era mayor que en la primera mitad. En el minuto 71, tras una falta botada desde la izquierda, la remataba en segunda instancia, tras el rechace de Vaclik, Joselu para tras fuerte disparo, mandarla al fondo de las mallas. Un gol le estaba costando horrores al Sevilla para ganar, ahora tendría que hacer dos si quería sumar tres puntos. Mientras tanto, el reloj corría.
Penalti y gol de Ocampos
Tras el 0-1, el Sevilla no se amilanó y siguió como antes e incluso con más intensidad. En una serie de centros, uno de estos tocó la mano de un defensor alavesista. Del Cerro Grande señalaba el punto fatídico y la pena máxima se encargaba de transformarla, raramente, Lucas Ocampos. El reloj marcaba el minuto 77. Tras el empate, Lopetegui ejecutó su último cambio con la entrada de En-Nesyri por De Jong.
Sin premio final
Con más corazón que cabeza lo siguió intentando el Sevilla hasta el último aliento. En-Nesyri tuvo un remate a la salida de un saque de esquina pero su cabezazo se marchó muy alto. El choque terminó con un empate que satisface más a los visitantes que a los sevillistas. Los de Lopetegui pierden con estas tablas la tercera plaza a favor del Getafe y se queda con 39 puntos. La próxima semana visitará Balaídos para intentar sacar los tres puntos ante el penúltimo clasificado.
