Por segundo año consecutivo, Jan Oblak ha logrado alzarse con el trofeo Zamora, el premio que se concede al portero menos goleado de la Liga española. El esloveno ha jugado 29 partidos y ha encajado 21 goles, lo que arroja un coeficiente de 0,72 tantos por encuentro. En esta ocasión lo ha hecho con unas cifras bastante menos espectaculares que las de la temporada 2015-2016, cuando recibió dos goles menos, 18, pero jugando los 38 encuentros de la Liga.
Precisamente el alto número de partidos que no ha jugado en la recién finalizada campaña es lo que ha estado a punto de dar al traste con las opciones del guardameta atlético, ya que la reglamentación del trofeo Zamora exige jugar un mínimo de 60 minutos en al menos 28 partidos. Oblak alcanzó esa cifra en la penúltima jornada de Liga debido a que en el encuentro contra el Villarreal disputado el 12 de diciembre de 2016 sufrió una luxación en el hombro izquierdo que le obligó a dejar el partido en el minuto 40. Su regreso tuvo lugar el 26 de febrero, ante el Barcelona, dos meses y medio más tarde.
Las normas del trofeo, precisamente, han jugado a favor de Oblak, porque hay un guardameta que ha finalizado la Liga con un promedio mejor. Se trata de Sergio Asenjo, el portero del Villarreal, que acabó la Liga con apenas 15 goles encajados en 23 partidos, antes de sufrir en el encuentro ante el Real Madrid la rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda, la cuarta lesión de esa envergadura que ha sufrido en su carrera pero la primera en esa pierna. Su coeficiente ha sido de 0,65. Con esta lesión, y dado que Oblak regresó a la competición antes de lo previsto, el favorito para el Zamora fue durante bastante tiempo Marc-André ter Stegen, el portero titular del Barcelona, que acabó la Liga con un promedio de 0,91, con con 33 goles encajados en 36 partidos.
Este segundo trofeo para Oblak supone el octavo que logra un portero del Atlético de Madrid. Antes del esloveno, lo habían conseguido Fernando Tabales en la temporada 1939-1940, cuando el club llevaba el nombre de Atlético Aviación, con un promedio de 1,38; Marcel Domingo en la 1948-1949 con 1,16; Miguel Reina en la 1976-1977 con 0,96; Abel Resino en la 1990-1991 con 0,51; José Francisco Molina en la 1995-1996 con 0,76; y Thibaut Courtois en las campañas 2012-2013 y 2013-2014 con promedios de 0,78 y 0,65 respectivamente.
Con estos dos trofeos de Oblak y los dos anteriores de Courtois, se confirma el dominio moderno del Atlético de Madrid en los cinco últimos años. Solo Claudio Bravo en el Barcelona de la temporada 2014-2015 ha logrado romper esa hegemonía. Es precisamente el equipo blaugrana el que domina con firmeza la clasificación histórica del Zamora, nada menos que con 20 galardones.
Oblak es el duodécimo portero que logra revalidar el trofeo Zamora, sumando así su nombre al de una ilustrísima lista de guardametas que han logrado ser, al menos durante dos años consecutivos, el menos goleado de la Liga. Antes lo habían logrado Ricardo Zamora con el Real Madrid en 1932 y 1933; Juan Acuña en dos ocasiones con el Deportivo de la Coruña, en 1942 y 1943 primero y en 1950 y 1951 después; Ignacio Eizaguirre con el Valencia en 1944 y 1945; Antoni Ramallets en otras dos ocasiones, ambas con el Barça, en 1956 y 1957 primero y solo dejando un año en blanco en 1959 y 1960; José Vicente Train con el Real Madrid en 1963 y 1964; Salvador Sadurní con el Barça en 1974 y 1975; Luis Miguel Arconada en la Real Sociedad, siendo el primer portero en lograr este trofeo en tres ocasiones consecutivas, en 1980, 1981 y 1982; Juan Carlos Ablanedo con el Sporting en 1985 y 1986; Francisco Liaño con el Deportivo en 1995 y 1996, el primero de ellos compartido con Santiago Cañizares en el Celta; el propio Cañizares jugando con el Valencia en 2001 y 2002; y Víctor Valdés con el Barcelona, siendo el único que ha ganado cuatro veces seguidas este galardón, en 2009, 2010, 2011 y 2012.