El canoísta asturiano (Cudillero, 1990) formará pareja con Sete Benavides para conseguir formar un buen C-2 1 metros de cara a las competiciones internacionales en esta temporada y, en un futuro a largo plazo, luchar por los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020. El piragüista regresa al Club de Mar Avilés y trabajará junto a su entrenador, Francisco Javier Álvarez, con el objetivo de cumplir los objetivos marcados para esta temporada.
-¿Cómo afronta esta temporada después de un año post-olímpico?
-Estoy bastante ilusionado en cuanto esta temporada ya que tenemos una embarcación nueva. Trabajar con Sete Benavides es ilusionante siempre ya que es un canoísta que quedó en cuarta plaza en las pasadas Olimpiadas, y estoy orgulloso de poder trabajar junto a él.
-La pasada campaña, estuvo en el Club Náutico Firrete de Galicia, junto a André Oliveira de cara a preparar el C-2 1 para el Preolímpico del pasado año en Hamburgo (Alemania). La experiencia en el club gallego, ¿le ha servido para tener más nivel?
-Sí, porque siempre está bien tener más experiencias como palista. Me gustó mucho trabajar con André Oliveira ya que tuvimos mucho buen rollo entre los dos a la hora de entrenar, y aprendí mucho de la experiencia.
-Estuvo en los dos últimos Preolímpicos para ir a Londres 2012 y Río 2016, junto a David Maqueira (2012, donde finalizaron séptimos en la final) y André Oliveira (2016, en la que acabaron quintos). ¿Es una mala espina quedarte dos veces consecutivas fuera de unos Juegos Olímpicos?
-Sí, es un poco frustrante saber que estás ahí entrenando mucho. Este pasado año, estuvo bastante complicado porque había gente con bastante nivel. Teníamos André y yo un nivel muy bueno porque conseguimos ganar en el Campeonato de Europa a Letonia por ejemplo, que son países que se meten en finales mundialistas. Llegamos en un nivel bastante bueno para meternos en los Juegos Olímpicos, pero no pudo ser.
-De cara a Tokio, sólo habrá una oportunidad para ir a los Juegos Olímpicos que son en los 1 metros, ya que la distancia de los 200 metros desaparece en el programa olímpico. ¿Es su baza importante el C-2 1 metros o se centra también a nivel individual?
-Sí, porque sólo podemos competir en los 1 metros. Ahora, solo si quieres ir a unos Juegos, o lo intento en C-2 1 o en C-1 1 metros. Pero mi principal objetivo para Tokio es el C-2 1, porque en la embarcación individual no lo tengo como prioridad para la próxima cita olímpica.
-En la temporada 2017, vuelves al Club de Mar Avilés, club donde estuviste también como palista en campañas anteriores. ¿Cómo afronta esta temporada al regresar de nuevo a su antiguo club?
-Es el club que me vio crecer y estoy feliz por volver a competir con Mar de Avilés. Es el club que me vio crecer como piragüista y donde pasé mis años como Senior en campañas anteriores.
-¿Cuántas horas le dedica a este deporte y si es difícil compaginarlo con su trabajo?
-Yo entreno sobre una hora y media o dos horas aproximadamente y no puedo entrenar más tiempo porque trabajo como operario en un taller soldando. Entreno, de esta manera, a nivel amateur porque no tengo mucho más tiempo para dedicarme a este deporte. Eso sí, en cada entreno le pongo muchas ganas y sacrificio para poder cumplir los objetivos.
-De momento, ya habéis tomado Sete Benavides y usted contacto con la embarcación para preparar el C-2 1. ¿Cómo lleváis la preparación en este inicio de temporada?
-Bastante bien y las sensaciones son muy buenas. Hemos hecho una concentración allí en Mallorca, y muchas veces me cuesta ya que tengo que tirar de vacaciones del trabajo. Entonces, las vacaciones por temas laborales las aprovechó tanto para competir en regatas como Sevilla, Asturias o Galicia, como para el tema de concentraciones. Tengo un límite ya que después tengo que echar horas extra y, muchas veces, viene Sete a preparar con nosotros el C-2 en Asturias. De momento, lo llevamos bastante bien, y tenemos mucha ilusión porque tenemos un barco con mucha potencia.
-Uno de sus máximos apoyos en este deporte es su entrenador de su club, Francisco Javier Álvarez. ¿Cómo le ayuda en su preparación y qué destaca cómo técnico?
-Trabaja en la misma profesión que yo, por lo que me entiende mucho en el tema de los horarios y los entrenamientos. Muchas veces, en los entrenos no puedo respirar porque vengo del trabajo de tragar humo y llegas en varias ocasiones muy cansado para entrenar. Entonces, en varias ocasiones he tenido que trabajar 12 horas y después entrenar por las noches en el pantano. La temporada pasada, fue más complicada por el tema laboral, y en esta campaña hay más facilidades.
-¿Qué objetivos se marca en este 2017 como palista?
-El objetivo es preparar de la mejor manera posible el C-2 1 junto a Sete Benavides. Lo primero, tenemos que intentar ganar el Selectivo de 1 metros en España, que hay muchos rivales. Si conseguimos la plaza para las competiciones internacionales, hay que ir a por todo y hay que sacar los mejores puestos posibles ya que es un año asequible. Hay que sacar un puesto decente para poder mejorar, y optar a los Juegos Olímpicos.
-A nivel internacional, ¿qué resultados destaca de todos los que ha conseguido compitiendo fuera de España?
-El que más me marcó fue en Senior junto a David Maqueira con 18 años, en el Campeonato del Mundo en C-1 200 metros donde finalizamos en sexta posición. Entramos muy en esa final, y luego finalizamos también terceros en la Final B del C-2 500. Son los resultados que más me llenaron a nivel deportivo.
-En los últimos Juegos Olímpicos, se han conseguido cuatro medallas, cuatro diplomas olímpicos todas las embarcaciones han llegado a la final. ¿Ha sido un impulso más para que se reconozca este deporte a nivel nacional?
-Por ejemplo, en mi trabajo, que es donde más tiempo paso, la gente conoce mucho a Saúl Craviotto allí, y también a Marcus Cooper. Todo el mundo te dice algo de cada uno de los dos. Entonces, es importante porque la gente ya conoce más este deporte.
-Empezó en este deporte como Cadete, ¿tenías claro qué ibas a ir a probar la canoa?
-Cuando empecé, no sabía que era el piragüismo. Me metí en este deporte porque empecé como cadete, y trabajé desde joven en casa con la ganadería de mi familia y no tenía tiempo para nada. Cuando vendimos los ganados, empecé a probar el deporte y elegí el piragüismo porque era un reto. En mi localidad, no hay tradición de este deporte y soy el único piragüista y, dentro de lo que cabe, estoy contento de tomar esta decisión.
-Desde sus inicios, ¿se esperaba ir a una competición a nivel internacional y luchar por ir a unos Juegos?
-Cuando empecé a remar y estaba entrenando en Trasona, estaban entrenando los dos canoístas de Tui, y estaba también David Cal y los veía como que no iba a llegar como ellos a competir. A los cuatro años después, llegué a remar con ellos y estar al lado de ellos entrenando.