Álvaro Morata fue el protagonista de una nueva edición del programa Campo de estrellas. El delantero madridista repasó su infancia y trayectoria futbolística: “Debuté contra el Zaragoza un 17 de diciembre. Iba a salir al campo, cuando faltaban tres minutos para el final, y Marcelo tiró el balón fuera para que entrara. Es uno de los recuerdos más felices de mi vida. Ponerte la camiseta del Real Madrid y jugar es algo increíble. Luego el 22 de diciembre debuté en el Bernabéu contra el Levante, en Copa, en un partido en el que hice una jugada que casi fue gol. Me hubiera encantado meterlo”.
“Ganar la Copa de Europa es el sueño más grande de cualquier canterano y jugador de fútbol. Hacía muchos años que el Real Madrid no ganaba la Champions y la Décima fue significativa. Como esa tardará en haber otra porque fue increíble. Íbamos perdiendo, me tocó entrar, remontamos y fue una sensación increíble”.
Infancia
“Me dejaba la mochila o los libros en casa porque se me olvidaban, pero el balón siempre lo llevaba conmigo. Me gustaba desde que prácticamente empecé a andar. No me concentraba en otra cosa, esperaba siempre el momento para jugar. También me acostaba muy tarde viendo partidos de fútbol y aunque fuera uno de Champions que llegara a la prórroga no había manera de mandarme a la cama”.
Primer equipo
“A mi padre le llamaron del Altético y del Real Madrid, pero en ese momento no andaba muy bien en el colegio y no me dejaron ir hasta que mejorara las notas. Llamaron a mi padre otra vez los dos equipos y, como tenía más cerca para ir el Atleti, entré en su escuela de fútbol base. Comencé un periodo en el que me dejé de divertir con el fútbol, perdí la ilusión, y dudé en elegir el tenis, que también practicaba y creo que era mejor. Aunque me faltaba cabeza y paciencia”.
“Me fui a entrenar con el Zona Norte y creo que ese año fue decisivo para mi futuro porque empecé a disfrutar de nuevo con el fútbol, metí más goles que nadie. Y, previo paso por el Getafe, llegó otra vez el Madrid y nos dijeron que querían que fuera a jugar allí. Era un sueño, pero sí que es verdad que era elegir: o seguir con la infancia y disfrutar jugando al fútbol o intentar hacerte profesional. A partir de ahí el tiempo vuela”.
Primera pretemporada
“Acababa de llegar a Málaga, de vacaciones, y me llamaron y me dijeron que me iba a Estados Unidos. No sabía ni dónde tenía el pasaporte. Tenía unos nervios que no sabía ni qué hacer. Me eché a llorar y nos cogimos el primer tren que había. Son recuerdos increíbles. Aquella pretemporada fue una locura. Salí por Ronaldo en el primer partido, no sabía ni qué hacer. Me llamaban empanao y todos me trataron fenomenal”.
Juventus
“En el Real Madrid están los mejores del mundo y es difícil, por eso me fui para regresar algún día. Me lesioné nada más llegar y no fui a la pretemporada. Lo pasé realmente mal, me costó. Me puse a ver películas y leer en italiano, me esforcé en adaptarme. Al final, ganamos la Liga y la Copa, y mejor imposible. Me sentía muy querido por la afición. El destino quiso que nos tocara el Madrid en Champions y sufrí. Marqué y hubiera pagado porque fuera a otro equipo. Estoy en deuda con el Madrid y el Bernabéu”.
Regreso
“Si el Real Madrid no me recompraba ese verano era la última oportunidad que tenía de jugar allí. Estaba en la Eurocopa y me llamó mi representante para decirme que volvía. Me ofrecieron un nuevo contrato y supe que no era para venderme y que confiaban en mí. Era un día que esperaba desde hace tiempo. Me había ido para coger experiencia. Y no me pude contener el día de la presentación”.