El Real Madrid jugó el último partido de Liga fuera de casa frente al Sevilla FC, en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, y lo hizo usando su tercera equipación, que este año es de color verde.
Los clubes deportivos, y nos centramos en el caso del fútbol porque es el deporte que más ingresos mueve en España y el que más impacto mediático genera, suelen utilizar su tercera equipación como una fórmula para atraer más ventas de camisetas. Con esa equipación se muestran más atrevidos.
Si la elección del diseño y el color en la primera y segunda equipación responde a criterios históricos de vestimenta, con la tercera equipación sí hay lugar a un poco más de atrevimiento.
¿Qué hay tras la elección de los colores que definen a un club?
Para un club deportivo, preservar su imagen es una de las prioridades de la entidad, porque lo que se esconde tras esto son los valores y la esencia misma del club. La identidad de la sociedad deportiva debe estar perfectamente definida a través de elementos como los colores que usa o el escudo.
Usar equipaciones de diferente color en los deportes de equipo ayuda no solo a diferenciar los equipos, sino a generar esa sensación de comunidad, de formar parte de un colectivo. Hasta los clubes deportivos amateur, que necesitan de manera periódica ropa deportiva para cubrir sus competiciones deportivas, intentan conseguir esa definición del club a través de los colores.
En Francia son “les bleus”, los jugadores argentinos sueñan con vestir alguna vez en su carrera “la albiceleste” y España es desde hace años “la roja”. El color de la equipación y el escudo que se viste en el pecho es mucho más que una decisión que ha de tomarse atendiendo a criterios estéticos, pues lo que subyace a todo ello es ese sentimiento de comunidad, de colectividad, estar luchando por algo que sientes como tuyo.
¿Por qué los colores de los clubes son los que son?
Cada club deportivo tiene su propia historia que está marcada por hitos que acaban potenciando esa personalidad del club. Para la elección del color de las camisetas, en muchos casos lo que hay es responder a un criterio únicamente casual.
Si cuando se fundó el club, la posibilidad de vestir de manera uniformada era únicamente con determinados colores: camiseta blanca y calzón oscuro, camiseta a rayas verdiblancas… pues ese es el criterio que se sigue. El hecho de ser la equipación inicial, la pionera, ya ofrece un argumento de peso para seguir utilizando esa combinación de colores.
En otras ocasiones, la elección de los colores responde a cuestiones de similitud con la bandera o con el escudo. Si es un combinado nacional, por ejemplo Estados Unidos en las diferentes modalidades deportivas en las que compite, siempre hay hueco en sus equipaciones para los colores que están presentes en su bandera: el rojo, el azul y el blanco, así como para las barras y estrellas.
Otros países hacen lo propio: Brasil, España, Reino Unido, Portugal, Francia… Un caso curioso es el de Países Bajos, cuyo color caraterístico es el naranja. A su selección se la conoce como la Oranje, que es como se dice naranja en neerlandés.
El naranja no está presente en la bandera de Países Bajos, pero este color es un símbolo del país y su monarquía. El origen se remonta hata el siglo XVI, cuando el país estaba bajo el dominio español de los reyes Carlos I y Felipe II.
Durante la Guerra de los Ochenta Años, iniciada en 1568, Guilermo I de Orange – Nassau, se convirtió en el líder de las revueltas holandesas, el protector y el soberano de los Países Bajos. Su estandarte era una bandera naranja, que fue la primera que pudieron ondear los neerlandeses como país independiente tras ganar la guerra.
La elección de los colores, una vía para crear comunidad
Y esto que ocurre en clubes deportivos y combinados nacionales, sucede también en los clubes amateurs. A todos nos gusta formar parte de un colectivo, sentirnos partícipes de un combinado. El escudo y el color de la camiseta es algo simbólico que lleva tras de sí mucho más que acertar en la combinación de los tonos escogidos.