Después de que haya sido reconocido internacionalmente como un referente en el turismo de lujo, Gustavo Egusquiza quiere cambiar su propio registro y experiencia personal y lanzarse a la aventura para mostrar otro tipo de lujo: el de encontrarse con la aventura.
“El lujo no es el hotel de cinco estrellas caro. El verdadero lujo es estar en un lugar donde las cosas están bien hechas y tienen servicios personalizados” así de tajante se muestra Egusquiza tras años de experiencia escribiendo sobre el llamado lujo experiencial, en nuestro país y más allá de las fronteras.
No en vano, ha sido reconocido por Forbes México como uno de los mayores expertos a nivel mundial en el arte del buen vivir.
Sus lectores de Vanity Fair, El Correo, Más Viajes o informativos.net lo saben bien cuando leen sus reportajes. Porque si hay algo que defiende, son lugares que viven en comunión con la naturaleza, donde de verdad se vuelve a las raíces y a la cultura. Y esta forma de sentir tiene mucho que ver con su forma de entender la vida, el turismo y la nueva aventura en la que se adentrará en la Guayana.
“El turismo debe especializarse mucho más de lo que actualmente está en un país como España. Siendo una fuente importante de ingresos para el PIB nacional habría que apostar por mejorar las experiencias y especializar la oferta mucho más. Países como Francia o Reino Unido, aunque reciben menos visitantes, recaudan mucho más. Ese es el camino: fidelizar al cliente para que vuelva a base de calidad” explica. Porque su máxima no es que las ciudades se llenen de turistas, sino que los que lleguen, vivan de verdad la ciudad, su pulso, gastronomía y encanto.
Y, en su reto de encontrar experiencias que se vivan, al menos una vez en la vida, ya tiene listo para lanzar a partir de septiembre su primer libro, España Exclusiva, un libro que, como su autor comenta, “Es un sumario de los lugares que he recorrido por la geografía española durante estos últimos años. Un viaje a las tradiciones ancestrales y al contacto con la naturaleza y el wellness”.
Precisamente, ese afán por encontrar lugares escondidos es lo que le llevará, a partir de octubre y de la mano de Runnea, a adentrarse en las montañas Merume en Guayana, uno de los territorios sudamericanos menos explorados.
Tanto es así que en esta área de Cuyuni-Mazaruni, bañado por el río Mazaruní, no ha habido exploraciones en casi 30 años.
“Seré uno de los primeros hombres en intentar adentrarme en las Merume. Es un reto no solo personal sino de gran interés para todos porque es uno de los pocos rincones del planeta que, aún hoy, sigue inexplorado. De hecho, la última vez que se intentó llegar hasta el nacimiento del río Mazaruní fue en 1992. Es el momento de ponerme a prueba y sentir esa adrenalina de estar haciendo algo grande que dejará huella. De llevar la comunión con la naturaleza a un sentimiento de supervivencia ancestral” explica Gustavo.
