Hablar de Betis es hablar de fichajes. Con julio ya empezado y atrás el torbellino de la reestructuración deportiva, el club está centrado en mejorar los aspectos que pasaron factura en la anterior temporada. Se evidenció una falta de gol fundamental y la solución está en Barcelona. Borja Iglesias parece ser la elección del nuevo equipo de Rubi, aunque no es un efectivo con un precio barato.
Los más de 30 millones que, con casi toda seguridad, acabará abonando el Betis por el delantero están siendo objeto de debate entre la parroquia verdiblanca. No es para menos, cuando su incorporación superaría el gasto del hasta ahora mayor desembolso bético —30 millones por Denilson en 1998—. Pero ¿es realmente un coste elevado? Porque hay un alto porcentaje de usuarios que ven excesivo el precio a pagar por Iglesias.
Desde siempre, goleador
Su carrera como futbolista demuestra que es una apuesta importante y con una previsible rentabilidad, a pesar de su evidente riesgo. Porque Borja Iglesias empezó a destacar como goleador en 2013. Vistiendo la zamarra del filial del Celta, el espigado punta se embolsó 14 dianas en esa primera temporada. En las tres posteriores, fueron 64 los tantos que Borja Iglesias consiguió en Vigo. Un total de 78 goles que le dieron un hueco entre los grandes.
Una progresión palpable le hizo dar el salto a la división de plata. El Real Zaragoza se hizo con su cesión y, en una temporada, sorprendió gratamente a propios y extraños. El conjunto maño se quedó a las puertas del ascenso, pero Borja logró materializar 23 tantos como jugador aragonés. Y, así, llegó su ansiada llegada a la élite ante la lógica consolidación de un jugador que se ha convertido en un futbolista muy importante.
Una impronta que muestra su valía
El flamante entrenador del RCD Espanyol, Rubi, tenía claro que necesitaba una referencia en ataque. Como vecino del Zaragoza en la anterior temporada, al dirigir hacia Primera al Huesca, el técnico catalán mantuvo firme su intención. Quería a Borja Iglesias, un amor casi a primera vista.
La negociación de catalanes y gallegos se cerró con el pago de 10 millones de euros que el Espanyol abonaría al Celta en las siguientes cuatro campañas. Y, desde que comenzó la temporada blanquiazul, Borja comenzó a acumular goles en su cuenta particular. Terminó una temporada de ensueño para los periquitos con 20 goles en su haber. Algo que, además, permitió al Espanyol regresar por la puerta grande a la Europa League en la última jornada.
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Pero Borja Iglesias ya se había consagrado casi por tercera vez en su carrera. Pero, ahora, lo había hecho a ojos de Europa y los pretendientes no tardaron en llegar. Unos equipos dispuestos a pagar su cláusula, de 28 millones de euros, que es su valor actual le pese a quien le pese.
Una elección del Betis para asustar a todos
Con solo 26 años, acumula 121 tantos desde que comenzó a vestirse de corto en Vigo. Y el Betis ve en él la selección idónea para el delantero estrella que quieren dar a Rubi. Y es que el catalán ha llegado a Heliópolis para dirigir una plantilla muy completa, a la que le faltan ciertas pinceladas para que sea de un nivel abismal.
Porque, en la pasada temporada, ninguno de los tres puntas pudieron eclipsar a los dos jugadores más goleadores del curso: Canales y Lo Celso, dos mediocentros. Sanabria, con seis goles, acabó marchándose al Genoa en invierno. Sergio León, apartado por un Setién nada convencido con él, no pasó de los tres tantos. Y el peor parado fue, con diferencia, Loren, quien marcó ocho dianas en una campaña en la que cargaba con la mayor responsabilidad ofensiva.
Así, se evidencia la necesidad del Betis de acometer un fichaje que les permita dar un golpe sobre la mesa. Una transferencia millonaria que aporte un jugador diferencial con mucho gol y cualidades futbolísticas. El elegido es Borja Iglesias y su carrera convence, sea cual sea el precio. Son muchos los factores que deben convencer, pero su forma de jugar al fútbol, sus goles, su edad y su relación con Rubi son aspectos que aclaran que el precio 30 millones es barato. El tiempo, como siempre, será el juez, pero el Panda puede ser un delantero espectacular para un Betis diferente y ambicioso.
