Los rumores de la posible incorporación de Antoine Griezmann al FC Barcelona han ido creciendo con el paso de las semanas. Una incorporación que, para muchos, es una buena noticia pero que, para otros, no ven bien que esté en la plantilla. Por ello, según informa el diario SPORT, la plantilla del Barça ha podido hacerle un veto al jugador, y si ficha por el club azulgrana, no será bien recibido en el vestuario. Una decisión que ha provocado malestar en el mediapunta del Atlético de Madrid, que ha contactado con alguno de los jugadores de la plantilla para conocer su opinión tras enterarse de la noticia. De este modo, esta situación ha provocado un giro de los acontecimientos, y Griezmann sigue a la espera de decidir su futuro tras anunciar su marcha del conjunto colchonero para la próxima temporada.
El vestuario, en contra del fichaje del mediapunta francés
El jugador francés ha conocido esta información que ha desvelado el diario SPORT, donde afirma que Griezmann ha sido vetado dentro del vestuario culé. Una decisión que ha podido venir de los jugadores que tienen peso en la actual plantilla como Piqué, Messi, Sergio Busquets o Sergi Roberto.
Esta situación ha provocado el enfado y malestar de Griezmann, que no entiende muy bien el motivo de este veto. Por ello, el jugador se siente defraudado porque no entiende el porqué de este veto y ha llamado a algunos jugadores para pedirle explicaciones. Un jarro de agua fría para Griezmann, donde la directiva azulgrana tampoco da un paso más en su fichaje. La actual directiva está centrada en decidir el futuro de Valverde y en la ‘Operación Salida’ con el objetivo de recaudar dinero para el posible fichaje de Griezmann y otros futbolistas como De Ligt. Una difícil situación que espera resolver Griezmann en los próximos días.
Un futuro por resolver con intereses de clubes europeos
El jugador francés comunicó hace tres semanas su decisión de no renovar con el Atlético de Madrid. La decisión fue comunicada tanto a la directiva como a Simeone y a la plantilla. Por ello, clubes como el Manchester United están interesados en reforzar su vestuario con el delantero francés. Una cláusula de rescisión que será de 120 millones de euros a partir del 1 de junio, ya que ahora mismo tiene 200 millones de euros en su actual cláusula. Un futuro por resolver donde el Barça debe dar un paso al frente si quiere hacerse con el futbolista galo.