Las horas y los días pasan, y el futuro de Gareth Bale sigue sin resolverse dentro del Real Madrid. Tanto el club como Zidane quiere que el mediapunta salga del equipo la próxima temporada, pero el galés se aferra a sus tres años de contrato que aún le quedan. Por ello, según algunos medios ingleses, Bale ha podido pedir al club blanco que si quiere salir, que le paguen 51 millones de euros para ser vendido a otro. Un futuro cada vez más incierto, que también provoca un clima de malestar tanto en el vestuario como en la directiva blanca. Por ello, el galés no se despidió de sus compañeros y quiere estar en la pretemporada de Zidane.
Bale y el Real Madrid: un divorcio a la vista
La temporada del mediapunta galés no ha sido como el Real Madrid esperaba de él. Tras la marcha de Cristiano Ronaldo, Bale se convirtió en uno de los jugadores destacados junto con Benzema. Sin embargo, las lesiones y la irregular temporada colectiva de los blancos han provocado que, desde la directiva, se replanteen en buscarle una salida al futbolista galés.
Otro factor que influye son los problemas de adaptación a España, donde todavía tiene dificultades con el idioma a pesar de llevar seis temporadas en la disciplina blanca. Por tanto, desde el Real Madrid saben que no dispone de más oportunidades, y Zidane no cuenta tampoco con él para la próxima temporada.
Una muestra de que el entrenador francés prescinda de Bale fue el último encuentro de LaLiga Santander ante el Real Betis. El mediapunta galés no dispuso de ningún minuto en la despedida de la temporada en el Santiago Bernabéu. Un motivo más de que Bale no seguirá en la disciplina blanca. Pero el galés no quiere marcharse del club, aferrándose a sus tres años de contrato con el objetivo de no salir.
Los 51 millones de euros de la discordia
El problema de Bale no se queda ahí, y se siente defraudado por el trato del club hacia él. Por ello, según indican algunos medios, el jugador ha pedido al Real Madrid que le pague 51 millones de euros por su salida. El club blanco no se pronunció, y se rumorea una posible cesión del galés al Tottenham, utilizado como moneda de cambio para la llegada de Eriksen al Real Madrid. Un futuro muy turbio para Gareth Bale, todavía aun por resolver si continuará en el club blanco la próxima temporada.