El Barcelona consiguió no solo tres puntos ante el Atlético de Simeone, sino que la victoria ante los colchoneros supuso un golpe de efecto casi definitivo a la Liga, la segunda de Valverde al frente del club catalán y la octava que levantará el Barça en once temporadas.
No hay precedentes tan positivos en el Camp Nou. El Barcelona antes del debut de Leo Messi había levantado 16 ligas en más de 100 años de historia. Desde la temporada 2004-2005, ya con el argentino en la primera plantilla, el Barça ha levantado nueve y tiene a tiro la décima.
Unos números que dicen mucho de la importancia del 10, en un equipo que ha priorizado siempre la Liga a la Champions League, pero que busca con bastante ímpetu su sexta Orejona este curso. Las tres Copas de Europa consecutivas del Real Madrid han generado en el Barcelona una ansiedad nunca antes vivida en Can Barça.
El club sabe que con el mejor jugador del mundo y, posiblemente, de la historia el Barça necesita más Champions League para engordar el palmarés y la leyenda del astro, por lo que el máximo trofeo europeo es el gran objetivo de un equipo que tiene en su mano volver a escribir con letras de oro su nombre en el fútbol con un nuevo triplete.
Una vez amarrada la final de Copa ante el Valencia, después de destrozar al Madrid en el Bernabéu y al Sevilla en el Nou Camp, y la Liga ante el Atlético en el último choque, Old Trafford se convierte en el escenario perfecto para poner la primera semilla de un triplete soñado.
Después de anteponerse a mil batallas esta temporada, el Barça de Valverde llega en el mejor momento a la eliminatoria decisiva y maldita (cuartos de final) en los últimos años; desde 2015 el Barcelona no supera tal escollo, año que acabó ganando la quinta Orejona y el segundo triplete de su historia. Precedentes mágicos que auguran un 2019 histórico para un equipo de leyenda.