El pequeño Natan, quien no puede asistir al estadio por estar recluido, recibió la ayuda de la fundación del equipo holandés, que puso una cámara especial en el medio del campo, para seguir todos los partidos del club y que este aficionado pudiera sentir algo parecido a lo que se siente estando en el Philips Stadion.
La cámara, con forma de robot fue entregada por el capitán del club Luuk de Jong, quien dialogó con él unos minutos. Desde una tableta veía con claridad al jugador, con quien dialogó durante algunos minutos.
De igual manera, fue el mismo capitán quien tras finalizar el partido contra Zwolle, en el que PSV ganó por 4-0, tomó la cámara mientras él y sus compañeros saludaban al público, transmitiéndole las emociones que sentían ellos luego del triunfo. Y, como si todo esto fuera poco, concluida la rueda de prensa, el míster Mark van Bommel tuvo un diálogo con el chico, analizaron el partido y le obsequió una camiseta con la firma de todo la plantilla
Sueño cumplido para un pequeño hincha que la pasa mal y una historia que sirve como ejemplo de que no todo en el fútbol está tan mal.