Jornada 29 de Liga y que mejor encuentro para recibir, por tercera vez, en partido oficial a Caparrós. El técnico nervionense tuvo que tomar la decisión de despedir a Machín y coger las riendas del Sevilla. Tras su primer partido, saldado con victoria ante el Espanyol, tocaba recibir al Valencia, rival directo por los puestos Champions y que llegaba al Pizjuán tras una trayectoria claramente ascendente en Liga, llegando incluso a la final de Copa del Rey. El sevillismo también recibió con los brazos abiertos a Monchi. El de San Fernando fue el artífice del Sevilla de los títulos.
Grandes novedades entre los titulares
El Sevilla se vio obligado en esta jornada a introducir cambios en el once titular. La gran novedad se vio en la portería. Con Vaclik aún lesionado y Juan Soriano sancionado, llegó el turno de Javi Diaz, cancerbero del Sevilla Atlético y que en un partido de esta importancia vio su oportunidad de debutar con el primer equipo. En el banquillo se encontraba como portero suplente Lucho, otro canterano, junto a Bryan. Este último está siendo habitual en las convocatorias. Por otro lado Munir se reencontraba con uno de sus ex equipos.
El choque se inició con un Sevilla que le imprimió un ritmo fulgurante en busca de un gol rápido que desnivelase la balanza para obligar así al Valencia a salir a por todas. Poco le duró a los andaluces esta energía inicial cuando a partir del cuarto de hora los valencianistas empezaron a tomar el control del esférico y se acercaron a los dominios de Javi Diaz con cierto peligro. A los de Nervión les costaba salir desde atrás y las imprecisiones no ayudaban.
Lesión de Mercado
A los 25 minutos, Gabriel Mercado caía lesionado sobre el césped, rápidamente el banquillo se movía para dar entrada a Sergi Gómez en sustitución del central argentino. El dibujo táctico no sufría modificaciones al ser hombre por hombre. La zaga andaluza no estaba lo fina que se podía desear ante un rival como el Valencia y en varias ocasiones se salvó por los pelos de un gol en contra.
Final trágico
El sistema no funcionaba y a base de fogonazos los de Nervión buscaban perforar la portería de Neto. Banega, algo lento tras su convocatoria con Argentina y un Promes que no estaba siendo el de otras jornadas hacían complicado un juego con fluidez para llegar a las proximidades del área valencianista. Munir estuvo algo más acertado y las ocasiones terminaron casi siempre en sus botas. La primera parte culminó de la peor forma posible, un balón en diagonal a la derecha de la defensa sevillista, lo recogía Gayá dentro del área, Banega intentaba cortarlo y terminaba provocando penalti. Lo lanzaba Parejo y ponía el 0-1 al filo del descanso.
Cambios a la vuelta de vestuarios
Caparrós decidió mover ficha tras el descanso y dio entrada a Franco Vázquez en detrimento de Amadou. De este modo, los de Nervión tendrían en teoría más balón y capacidad de creación. Marcelino también movió su banquillo y sacó a Cheryshev por Guedes para tener esa velocidad necesaria cuando se presentase la oportunidad de un posible contragolpe. El segundo se inició con el Sevilla volcado sobre la portería valencianista en busca de un gol que propiciase el empate. Este encuentro era vital por el gol average que podría ser decisivo al final de campaña.
Las internadas por banda de Promes por izquierda y Navas por derecha no surtían efecto ya que casi nunca encontraban rematador. Con el Sevilla volcado, Gameiro estrelló un balón el larguero tras un contragolpe perfecto. La suerte estuvo esta vez del lado sevillista. Caparrós decidió mover por última vez el banquillo para dar entrada a Bryan Gil por Promes, una sustitución que estuvo discutida por parte de la afición.
Desesperado con el árbitro
El Sevilla seguía intentándolo pero las ocasiones claras no lo eran suficiente como para atisbar un posible empate y mientras tanto los minutos corrían y el Valencia se dedicaba a perder todo el tiempo que podía y más mientras que el colegiado González González lo permitía sin sacar cartulina. Entre tanto, el VAR analizó un posible penalti que finalmente no se señaló. El colmo llegó cuando en la última jugada del choque y tras un saque de esquina, el Sevilla marca tras una carambola pero el gol no sube al marcador porque el colegiado había señalado el final anteriormente. Con esta derrota el Sevilla sale de los puestos europeos y se coloca como séptimo clasificado, el peor de los posibles se dio en el Sánchez Pizjuán.