Una lástima que no pudiéramos ver el principio de la etapa por televisión. Los ciclistas rodaron a mil por hora y en el descenso (mojado) del primer puerto del día la carrera se rompió en mil pedazos. Froome se quedó cortado y entregó la cuchara para ceder nada menos que 26 minutos en meta, y en el grupo delantero Impey se impuso a Valverde por muy poco.
Desde el principio se rodó al máximo, y una etapa que parecía sencilla o apta para fugas acabó con ciclistas de la general implicados. Sky, una vez más en una jornada de media montaña, quedó en fuera de juego y fue el principal perjudicado: Froome fue incapaz de meterse en el corte bueno y vio como su puesto de podio escapaba.
Con un grupo cabecero de unas 50 unidades, comandado por Movistar y Lotto Jumbo (todavía nadie sabe por qué tiró el equipo neerlandés), la carrera volaba hacia Reus. A 41km de meta, subiendo La Musara, Contador lanzó un ataque inconsistente y poco después le capturaron.
En la bajada lo intentaron Cataldo y De Marchi. Su ataque fue bueno, muy bueno, y el pelotón solo les cogió en los últimos 50 metros. El dúo italiano hizo camino pero no fue suficiente para llegar a disputarse la etapa. Gran parte de la culpa la tiene Alejandro Valverde, que cerró el hueco entre el grupo y los italianos en el esprint -el murciano está con unas ganas tremendas- y acabó perdiendo ante Impey por muy poco.
Mañana, última etapa de esta Volta a Catalunya con el tradicional recorrido por Barcelona. Salvo causa inesperada, Valverde se alzará con la 97 edición de la ronda más antigua del calendario ciclista español.