La falsa modestia, el papel de víctima, la alergia al rol de favorito… son características inherentes en los grandes equipos que, en el deporte que sea, monopolizan la competición durante años. Es lo suyo. Esconder tu verdadero potencial haciéndote el sueco, viendo amenazas donde no las hay y dando la cara con un líder mojigato en sus declaraciones que termina todas las temporadas con la misma sonrisa en su boca cuando descorcha la última botella de champán. Mercedes es el ejemplo actual del ganador que utiliza estas artimañas comunicativas, pero también es un ejemplo reaccionando. Porque cuando las cosas se ponen feas, o parecen estarlo, el equipo alemán nunca arremete un último golpe, siempre queda algún as en esa amplia manga de la que salen sorpresas cuando menos te lo esperas. Convencen a sus adversarios de su supuesta debilidad para asestarles una estocada definitiva en el momento clave.
Dando comienzo a la segunda y última tanda de test de pretemporada, este es el momento cumbre, no hay duda. Por eso, y parafraseando a Horner, con el objetivo de hacer frente a la corriente generada por aquellos que no pierden el tiempo en darle a Ferrari su título de campeón de invierno, Mercedes se ha presentado en Montmeló con un nuevo coche. Naturalmente, aunque pueda parecer una cuestión de acción-reacción, la escudería de Brackley lleva meses preparando este novedoso pack, que ahora llega con algo de retraso. Y es que desde Mercedes, sus ingenieros deslizan que sacrificar la presencia del W10B en la primera semana de test les dio “cinco días más de tiempo en el túnel de viento” para apurar el trabajo en un diseño que no solo promete, sino que ya ha dejado muestras de su efectividad durante el escaso tiempo que ha rodado sobre el asfalto, consiguiendo Hamilton un crono hasta un segundo más rápido que su mejor tiempo en test 1, precisamente en el tercer sector, que evalúa más correctamente el rendimiento del chasis.
Muchos detalles novedosos a lo largo de una carrocería totalmente diferente
Esta versión B del W10 que conocimos hace exactamente dos semanas presenta cambios en todas las zonas del chasis. En la primera impresión, su frontal ya luce diferente, con un morro biangular innovador que canaliza mejor el flujo del aire al contar con una nariz más achatada y unas formas más agresivas. El alerón delantero, elemento estrella en la pretemporada, presenta pequeños retoques como un recortado endplate que facilita la salida del flujo del aire hacia el exterior. En la zona central del monoplaza, Mercedes incorpora unos deflectores en “L” invertida a la altura del dorsal del piloto, además de modificaciones en los bargeboards y aletines laterales que direccionan el aire hacia el fondo plano. Un nuevo T-wing se alza en la parte posterior en este coche, del que sorprende principalmente el trabajo en los pontones, más compactos, con una nueva configuración de radiadores y una caída más adelantada. Renovarse o morir, esa es la cuestión. Aunque sea tarde… y aunque el trabajo en los días previos ya no sirva absolutamente para nada. No olvidemos. Así empieza el éxito y así termina la victimización del incesante campeón.