Bonjour! Je m’appelle Daniel! I just wanted to learn French”. Ricciardo ofreció una respuesta genial a una pregunta que no es cualquier pregunta. Es la gran cuestión. ¿Qué vio Daniel en Renault para decidirse a fichar por la escudería francesa? Y es que la respuesta real habría sido mucho más indecorosa. Mercedes y Ferrari no le quisieron, Vettel mediante en el caso del cavallino, y Renault se convirtió en un tercer plato suculento tratándose de un fabricante en ascenso… pero ya está. Renault no tiene más y no hay motivos para pensar que puedan escalar tanto como para superar a alguno de los tres grandes. Su esperanza recae más en un enésimo descalabro de Honda, esta vez en Red Bull, que en un progreso propio que ahora se antoja totalmente estéril de no haber detrás una evolución sustancial de su motor, lastre con el que a pesar de todo Ricciardo viene de sumar podios y victorias de la mano de Red Bull.
Ahora la sonrisa de la Fórmula 1 llega a Renault para dar un salto competitivo a la marca del rombo, constituyendo una de las parejas más sólidas que se recuerdan en los últimos tiempos. El ‘dream team’ de Ricciardo y Hülkenberg lo tiene todo para terminar carreras, imponer su experiencia en situaciones críticas, sumar sacos de puntos… pero además alberga la exigencia de lograr resultados. Ni con Palmer ni con Sainz existía tal urgencia por cosechar podios y victorias, ni mucho menos con un Nico Hülkenberg que sigue recordando cuartos puestos como sus mayores hitos. ¿Habría ganado carreras Renault en 2008 de no contar con Alonso de vuelta en sus filas? Seguramente no. En esas está Abiteboul, que sabe que para evitar el estancamiento del cuarto en discordia y atreverse a derribar la puerta, tiene que delegar las riendas del coche en alguien acostumbrado a hacerlo, que deberá empezar por batir al equipo más a tiro. Renault le ha robado “la sonrisa” a Red Bull, y ahora quiere hacerlo también en la pista. Motivaciones no le faltan a los franceses… y a Ricciardo tampoco, porque en este caso su enemigo es común.
[Sumario]
Un RS19 que no sorprende… a la espera de Montmeló
Manteniendo la tónica de las últimas presentaciones, Renault no ha sorprendido en la presentación de su nuevo monoplaza, del que hemos visto “fundamentalmente la decoración”, como reconoció Cyril Abiteboul para apaciguar las ansias de creatividad en un chasis con pocas modificaciones. A excepción de los cambios propios de la normativa 2019, destacan sus tomas de aire altas y custodiadas por flaps al estilo Red Bull, además de un nuevo deflector lateral. La trasera cuenta ahora con dos soportes de alerón posterior, como ya tuviera Ferrari en su coche del año pasado, con un deflector por encima del escape. Montmeló mostrará mucho más de este coche durante la pretemporada, en la que Daniel Ricciardo estrenará sus nuevos colores. “No voy a amargarme, pero no quiero que seamos cuartos para siempre”. Palabra de Daniel. Esperemos que Renault no le borre la sonrisa.