Jornada de sorpresas en la primera etapa de la Volta a Catalunya. En primer lugar, resultó extraño que la resolución fuera un esprint masivo; con más de 3000 metros de desnivel acumulado, lo más lógico habría sido un esprint en grupo reducido, pero los velocistas pasaron bien los puertos y la llegada fue masiva. La segunda sorpresa fue Davide Cimolai: el italiano de FDJ se llevó la etapa tras imponerse por muy poco a Nacer Bouhanni. Uno de los favoritos, Andre Greipel, solo pudo terminar quinto. Probablemente los metros de desnivel acumulado pasaron factura en sus piernas.
La fuga del día estuvo compuesta por Pierre Rolland y Brendan Canty (Cannondale-Drapac), Murilo Affonso y Magno Nazaret (Funvic/Brasil), Axel Domont (AG2R La Mondiale), Jetse Bol (Manzana Postobon) y Antonio Nibali (Bahrain – Merida). De todos ellos, Bol y Domont fueron los que más aguantaron en cabeza, hasta que el pelotón les dio caza a 25km de meta. En los últimos kilómetros saltaron Cyril Gautier y Peter Kennaugh, pero con el pelotón lanzado fue imposible que abrieran hueco.
Lotto-Soudal realizó un buen trabajo por detrás en la labor de persecución y aproximación, pero en la llegada Greipel no rindió como se esperaba de él. Da la sensación de que Bouhanni lanzó el esprint demasiado pronto, y Cimolai se impuso al francés sobre la línea. Seguro que esta derrota supuso un mazazo psicológico para el exboxeador, ya que perdió ante el gregario de su enemigo público número uno: Arnaud Démare.
Hay que destacar que a Cimolai se le da bien Catalunya: solo suma cinco victorias como profesional, y dos de ellas han sido en la carrera catalana. Sus otros triunfos: Laigueglia (2015), etapa en París – Niza (2016) y etapa en la Vuelta a Japón (2016).
Mañana llega una de las etapas más temidas de esta edición de la Volta a Catalunya: La CRE de nada menos que 41 kilómetros, en la que a buen seguro se establecerán diferencias importantes de cara a la clasificación general. Veremos quién de los gallos sale más beneficiado.