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Fernando Alonso inició de la mejor manera su participación en las 24 Horas de Daytona. Con la confianza, libertad y clase que ya evidenció en el mundial de Resistencia y en especial en las 24 Horas de Le Mans con un relevo nocturno que dejó a todos boquiabiertos, el astur volvió a brillar, esta vez a los mandos del Cadillac DPI, en Daytona. Y de qué forma.
[Sumario]
Y la verdad es que recuerda un poco a aquella mítica noche. Con la diferencia que aquí sus rivales se igualan un poco en cuanto a prestaciones. Pero no en pilotaje. Porque Alonso, el mismo que dejó hace unos pocos meses la Fórmula 1 para vivir nuevos retos y sueños, evidencia que está a un nivel demasiado lejos de cualquiera. Y sus adversarios lo saben. O dicho de otra manera: hace de mucho menor altura a pilotos que son contrastadamente buenos.
El de Cadillac se subió al #10 2 horas después del comienzo de carrera, en el segundo stint de la cita, primeramente fue Jordan Taylor quien empezó partiendo desde la sexta plaza. Luego, el estadounidense se vio también perjudicado por una bandera amarilla para dejarle, posteriormente, su relevo en novena posición.
???? @alo_oficial, la estrella que más brilla cuando cae la noche en Daytona
?? Cogió el @Cadillac en P9 y ya está LÍDER
?? La carrera sólo se ve en @beINCONNECTEs ?? https://t.co/NmhhU8YcSQ pic.twitter.com/TYheGAzPGp
— beIN SPORTS España (@beINSPORTSes) 26 de enero de 2019
De hecho, apenas cinco segundos separaron a los siete primeros durante las primeras horas, extremadamente igualadas y competidas, con el querido y respetado Montoya como principal animador.
Fue ahí cuando, con la única intención de ganar la prueba, comenzó el espectáculo del asturiano, que ya era sexto en pocas vueltas, y ascendió hasta la cuarta posición tras dos impecables adelantamientos y un soberbio duelo con Curran y el Acura de Castroneves en la lucha por el podio; poco tiempo más tarde,el astur ganó un cuerpo a cuerpo al Mazda que hizo la pole, Rast, uno de los coches más rápidos en todo momento en Daytona.
Y ahí fue un contínuo remate y brillo en cada golpe, con un ritmo frenético que recordaba a aquella mítica noche de Le Mans. Solo le fenó y Safety Car a poco más de mitad de relevo, que le hizo perder la ventaja que traía sobre sus rivales: 20 segundos sobre el segundo clasificado. A partir de ahí, como si no hubiera ocurrido nada: volvió a iniciar su hazaña, siguió golpeando y aumentando distancias en cada curva, a un nivel cada vez mayor. Finalmente, a las tres horas exactas de tomar el volante de Taylor, el de Oviedo le dejó el sitio a Kobayashi, a la 1 y 19 de la madrugada, con otros 20 segundos de vantaja.
?? ¡@alo_oficial ESTÁ HACIENDO MAGIA!
?? Gran adelantamiento sobre Cameron para colocarse tercero
???? Próximo objetivo: Castroneves
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Quedan muchas horas de carrera, quizá la lluvia, pero es que contar con Alonso en tu equipo es ir más allá…
Miguel Molina, cuarto en la categoría de GTLM con su Ferrari, también está cuajando una gran carrera con Antonio García, séptimo. En GTD, Álex Riberas y su Audi marchan 19º.
[12:26h]: NUEVO RECITAL BAJO LA LLUVIA
Fernando Alonso logró una ventaja de medio minuto a través de su segunda etapa con el equipo de Wayne Taylor, cuando un frente de lluvia dio de lleno en Daytona a primera hora de la mañana (noche americana).
Habiendo visto a su compañero de equipo Jordan Taylor caer al tercer lugar hacia el final de su stint, justo cuando llegó la lluvia, Alonso rápidamente encontró su manera para avanzar hacia la parte delantera de la carrera por delante de los pilotos de Acura, Dane Cameron y Ricky Taylor.
Alonso, que tenía de nuevo, más de 20 segundos de distancia del campo antes de la carrera antes de que una precaución completa eliminara su ventaja, pero el español pudo restaurar el margen y duplicarlo al acercarse al último tercio de la carrera.
El astur comenzó a meter entre dos y tres segundos de diferencia por vuelta respecto a su perseguidores. Las distancias con el segundo se incrementó hasta los 50 segundos cuando un fuerte accidente del Corvette #4 provocó una nueva bandera amarilla.