No es en la primera ocasión en la que se encuentra en un momento delicado, pero lo cierto es que en esta ocasión supera cualquier tensión del pasado. Isco ha pasado de ser imprescindible y fijo en las alineaciones a no aparecer en una final, algo que hasta ahora no había sucedido en su historia como madridista. Cierto que tanto en Lisboa como en Milán, con Ancelotti y Zidane en el banquillo, fue suplente, terminó apareciendo sobre el césped. En esta ocasión, el internacional español ha comprobado lo que se siente sin jugar minuto alguno en un partido decisivo.
Isco fue capaz de dar la vuelta a la situación en las dos anteriores situaciones. La de Ancelotti nunca fue tan grave. El italiano consideraba que debía soltar el balón más rápido. El malagueño respondió y convenció a Ancelotti, que empezó colocándole de falso nueve y terminó siendo un jugador más y aportando momentos de calidad y trabajo del centro del campo.
La situación con Zidane fue más dura. El francés e Isco vivieron en tobogán en el que al final terminó triunfando el jugador. La suplencia de la final de San Siro y su escasa aportación en esa Champions League evidenció un distanciamiento. Tanto fue así, que Zidane, en ese verano de 2016 consideró prescindibles tanto a James como a Isco. El colombiano salió y el español anduvo dudando durante el largo periodo veraniego, ya que Del Bosque decidió no llevarle a la Eurocopa.
Muchos equipos llamarán a Isco, pero entre las pocas ganas que tenía de marcharse y sus altas pretensiones, cerraron las puertas a cualquier operación. Pochettino llegó a hablar con él para saber si realmente quería marcharse y fichar por el Tottenham, pero el técnico observó poco deseo de cambio. No fue el único entrenador que le llamó.
Zidane dio a su brazo a torcer y la siguiente temporada fue la del triunfo de Isco. Titular indiscutible en el Real Madrid y por fin importante en la selección con Lopetegui, el panorama cambió por completo. De prescindible a imprescindible y todo porque Isco se empeñó en luchar y seguir vestido de blanco.
El adiós de Lopetegui dejó temblando a Isco, que sí que cuenta con el respaldo de Luis Enrique en la selección. Solari no cuenta con él entre sus favoritos, algo que está más que demostrado, de hecho y de palabra. La ausencia de minutos en la final de Abu Dabi lo refleja de una manera cristalina.
El mercado de invierno se abre en una semana y su nombre estará en todos los rumores. Chelsea, Manchester City… muchos siguen de cerca su situación. El Real Madrid no contempla una salida inmediata y de hecho quieren que Solari y, en especial, Isco den la vuelta a una situación que no pinta nada bien. Y es que Isco no sabe ni quiere disimular que no le gusta la suplencia.