El Sevilla se jugaba mucho más que tres puntos en la decimotercera jornada de Liga. Tras el parón por selecciones, los andaluces se encontraban con que los resultados de los rivales directos habían salido a pedir de boca. El Alavés perdía el viernes y Atlético y Barça empataban el sábado. Por lo tanto, si los de Nervión ganaban podrían colocarse como líderes con el primer tercio de Liga jugado.
El Sevilla mostró varias novedades en su alineación. Los compromisos internacionales y algunas bajas provocaron que Machín tuviese que introducir variantes respecto al último choque. En defensa, Mercado fue suplente y la línea de tres la conformaron Carriço, Kjaer y Aleix Vidal, este último suplió a Navas que vio el duelo desde el palco. El centro del campo tuvo al habitual Banega, pero esta vez acompañado de Roque Mesa en detrimento del internacional argentino, Franco Vázquez. El ataque se lo repartieron como casi siempre, André Silva y Ben Yedder.
El choque empezó con el Sevilla dominando el esférico y con la tranquilidad suficiente para ir cocinando cada jugada. El Valladolid presionaba con una linea defensiva muy adelantada y esto provocaba que ni Roque Mesa ni Banega se encontrasen cómodos para sacar el balón. En este caso, eran los centrales los que tenían que realizar dicha tarea. Esto traía errores en algunos casos.
Peligro por banda
El Sevilla fue poco a poco llegando más a las inmediaciones de Masip jugando por banda. Escudero por la izquierda y sobre todo un veloz Aleix que tenía este domingo ante sí una gran oportunidad para ganarse la confianza de Machín para cuando Navas baje el tremendo nivel que está mostrando en la campaña actual.
Se abrió el marcador
En una jugada por banda en la que Sarabia superó con claridad a su par, el madrileño se la dio en el segundo palo a un André Silva que con la cabeza y completamente solo hizo el primero a la media hora de partido. Los andaluces se adelantaban en un partido que por momentos se parecía al del Huesca con ciertos momentos de atasco y falta de frescura para superar las líneas del rival.
Tras el gol el Valladolid dio un paso al frente que provocó que el Sevilla tuviese más espacios para crear ocasiones. La primera mitad de los andaluces fue una de las mejores en cuanto a ocasiones de lo que lleva jugado como local. Posiblemente solo superada por la que realizó ante el Real Madrid.
Segunda mitad de infarto
El segundo acto debía ser el de la confirmación del triunfo y la única forma de hacerlo en el fútbol es a través de los goles. Las ocasiones se fueron sucediendo una tras otra pero Masip se empeñó en ser uno de los mejores de su equipo con intervenciones de mérito ante Ben Yedder por partida doble y ante Sarabia.
El VAR esta vez del lado sevillista
Si ante la SD Huesca el Sevilla vio como el vídeo arbitraje le anulaba dos tantos por fuera de juego, este domingo le tocó sufrirlo a los vallisoletanos. En los minutos 61 y 75, Mateu Lahoz desde Madrid decretó que los tantos visitantes habían llegado tras una posición ilegal. El segundo fue claro pero el primero mantuvo en vilo un par de minutos a todo el estadio.
La grada sostuvo el triunfo
En los últimos cinco minutos del encuentro el Sevilla renunció al ataque y por tanto se dedicó a intentar mantener la pelota. Esta tarea se complicó tras la salida de Banega del terreno de juego por un Franco Vázquez que tardó poco en dar un breve pero bonito recital de regates y recortes varios. Mientras tanto el Valladolid apretó y Vaclik hizo una parada en el añadido que supuso casi el final del encuentro. La grada no dejó de animar por completo y terminó celebrando que los suyos dormían en la jornada 13 como líderes con 26 puntos.
Sevilla FC 1-0 Real Valladolid: sin sufrimiento no hay liderato
Los andaluces vencieron tras un intenso encuentro que se decidió tras el tanto de André Silva a la media hora de partido.
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