Poca historia tuvo la quinta etapa de la París – Niza. Lejos de los abanicos, el mal tiempo y la tensión de los primeros días, la jornada estuvo marcada por el guión clásico en terreno llano: fuga abocada al fracaso, pelotón que se limita a controlar y desenlace masivo al esprint.
La escapada del día estuvo compuesta por Rémy Di Gregorio (Delko Marseille Provence KTM), Lilian Calmejane (Direct Energie), Pierre-Luc Perichon (Fortuneo – Vital Concept), Federico Zurlo (UAE Abu Dhabi), Axel Domont (AG2R La Mondiale) y Natnael Berhane (Dimension Data), que llegaron a tener una renta máxima de 8 minutos.
Un día más, hay que destacar la actitud del Delko Marseille Provence KTM: el equipo francés está aprovechando al máximo su presencia en la París – Niza: han estado presentes en todas las escapadas de la carrera, 4 de 4. Desde luego, una actitud así resulta encomiable y es el mejor modo de honrar a una carrera de tu país.
Por unas circunstancias u otras (falta de fuerzas en el caso de Zurlo, una mala trazada en una curva de Calmejane), solo quedaron en cabeza 4 de los 6 escapados. Pese a que los fugados lo intentaron, el pelotón controló a las mil maravillas y les terminó cazando a 12km de meta.
Una vez llegados al esprint, Groenewegen fue el primero en lanzarse (demasiado pronto). Démare le sobrepasó, pero Greipel llegó por la derecha y se impuso con facilidad. Con su estilo característico, a zapatazos más que pedaleando, el alemán ganó gracias a una nueva demostración de pura potencia.
Mañana empieza la montaña en esta París – Niza, donde se decidirá la clasificación general. Veremos quién se hace con el triunfo en la “carrera hacia el Sol”.