De la frustración inicial se había pasado a una decepción estancada con escasas esperanzas. Desde la semana pasada, la tristeza de McLaren ha atravesado diferentes etapas, pero aún faltaba que alguien del equipo hablara sin tapujos, lejos de los formalismos de Eric Boullier. Fernando Alonso ha sido el autor de ese golpe encima de la mesa, con unas declaraciones contundentes dirigidas a Honda: “Vamos a Australia sin estar tan preparados como resto d competidores. En el equipo estamos todos listos para ganar menos Honda“.
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A pesar de que el bicampeón también se ofrecía a “arrimar el hombro” y ayudar en lo posible al fabricante japonés, mantenía su tono crítico con el propulsor de su MCL32, fuente de todos los males en esta pretemporada: “Estoy dando lo máximo de mí mismo en las curvas y disfrutando. El coche esta balanceado y puesto a punto, pero perdemos 30km/h en las rectas“. Incluso, el español aseguraba en tono irónico que puede hacer “todas las curvas a fondo” debido a la falta de potencia de su motor.
A falta de resultados, Alonso tira de orgullo
“No pararé de correr hasta conseguir lo que merezco. Es el momento de atacar”. Alonso demostró su carácter ante los periodistas, evidenciando su alta motivación a pesar de la mala pretemporada de McLaren. Picado en su orgullo, el español despejó dudas ante un posible futuro fuera de la Fórmula 1 si los resultados no llegan: “Si las cosas fueran muy mal o totalmente equivocadas volvería para intentarlo el próximo año. No me iría de la Fórmula 1 con un mal sabor de boca”. Por lo pronto tocará seguir remando en contra.