El actual campeón de Europa acaba con el Nápoles tras corregir una mala primera mitad. En la segunda parte es Sergio Ramos el que gana el protagonismo debido a dos cabezazos que les ha traído un doblete que ha servido para desconectar a un Nápoles que tuvo el pase a escasos centímetros, pero que acabó sucumbiendo a la pegada del actual campeón de Europa.
Clasificado para los cuartos de final de la Liga de Campeones por séptima vez consecutiva desde que, en la temporada 2010/11, José Mourinho llevara al equipo hasta las semifinales, ronda que el equipo alcanzó todos los años posteriores hasta ahora, llegando a alzarse con el título tanto en Lisboa 2014 como en Milán 2016.
El equipo blanco ha sufrido en la primera parte, pero su capitán les ha hecho espabilar. En ambos se cumplió el mismo guión: Kroos la coloca en el área y Ramos se encarga de llevar a cabo el resto. Así ha resuelto el Real Madrid una eliminatoria que no pintaba muy bien y que salvó su héroe.
Ramos ha evitado que le explotase la cabeza al francés. Zidane no conseguía que su equipo saliese adelante, intentó llevar a cabo muchas soluciones aunque sin cambiar ni una sola pieza de su puzzle, pero no se imaginaba que estaría por llegar la solución menos esperada, esos dos cabezazos de Sergio Ramos.
Dos goles que no han sentado nada bien al Nápoles. Tan sólo quedaba media hora para el pitido final, pero el partido quedó visto para sentencia. Salió Isco y mejoró el Madrid, asociándose con acierto por primera vez en los minutos finales, y Carvajal intentó una jugada que no llegó a buen puerto. Pero fue Morata quién completó la victoria con un gol de delantero nato repitiendo así el resultado de la ida y quedando victorioso.