En un artículo para la agencia EFE firmado por Augusto César Lendoiro, el expresidente del Deportivo alerta del conflicto que existe entre la Federación Española de Fútbol y la Liga acerca del partido que Javier Tebas ha vendido a una empresa de espectáculos para que al menos uno de los partidos de la competición se dispute en Estados Unidos. Para Lendoiro el problema radica en la legislación actual. Los estatutos de la federación no permiten altertar la competición, por lo que la Liga, a juicio del ex mandatario futbolístico, se mete en un problema si persiste en el empeño de llevar el Girona – F. C. Barcelona a Miami. "De una vez por todas La Liga tiene que asumir que, sin la aprobación de la Asamblea de la RFEF de los artículos afectados, es imposible que se pueda disputar el Girona–Barcelona en otro campo que no sea Montilivi, sea en EEUU o en España. Lo prohíbe la ley. Por eso Rubiales ha marcado ya su territorio y le ha prohibido a Tebas acceder a su “finca” (RFEF) porque carece de derecho “de paso”, explica el ex presidente blanquiazul y ex embajador de la Liga española.
Lendoiro propone una solución, una cuarta vía, para salir del enredo y legalizar la situación para que todas las partes en disputa salgan ganando. Propone un "gobierno de concentración”, en el que la propuesta de acuerdo pase por defender "la legalidad. Incluiría las ventajas de la tesis de la patronal; silenciaría el altavoz internacional secesionista; ratificaría el derecho de los abonados del Girona y evitaría el choque entre RFEF y LFP". Un win win en toda regla. Es decir, un todos ganan.
Para Lendoiro no hay analaogía entre el partido de SuperCopa que este verano se disputó en Tánger y el partido de Liga que ahora la Liga quiere organizar en Estados Unidos. Y no existe, para el mandatario blanquiazul, porque los estatutos de la Federación no amparan la organización del partido. "Se olvida –Tebas– que lo de Tánger fue un cúmulo de improvisaciones -con decisiones que todavía pueden producir consecuencias deportivas y económicas no deseadas-, quizás derivadas de la urgencia y de las fechas limitadas por la pretemporada del Barça y la Europa League del Sevilla … pero ni existían posibles terceros perjudicados, ni surgieron divergencias entre RFEF, LFP y AFE, ni existían dificultades políticas", argumenta el dirigente.
Para legalizar la situación, también en el caso de la Supercopa y por tanto bajo el paraguas de la Federación que es quien tomó la deciisón de llevar el partido a África tiene que aprobarlo previamente en sus estatutos. "Tan sólo se necesita modificar, en Asamblea de la RFEF, su reglamento permitiendo disputarla desde 2019 a partido único en terreno neutral, bien en España o en el extranjero, entre los equipos Campeones de Liga y Copa del Rey, y así poner en el escaparate internacional lo mejor del fútbol español", explica.
El cambio estautario sería una vía para facilitar la solución al conflicto entre los dos entes que ahora chocan. Para Lendoiro es una respuesta pacífica al conflicto ya que así la Liga asumiría, sin problemas legales, el compromiso con la productora con la que ha firmado la cesión de los derechos de un partido de la Liga en Estados Unidos, ya en el año 2019. "Podría cumplir el contrato con Relevent Sports de jugar un partido oficial durante 15 años -curiosamente a Tebas sólo le restan tres de mandatos cosa que, sin la anuencia de RFEF y AFE, no se podría producir. Es más, se pasaría del incumplimiento a la excelencia -incluso Relevent Sports podría mejorar su oferta económica- al estar en condiciones de ofrecer uno de los encuentros más apasionantes de la Marca España-Fútbol, porque sería fácil que, en los 15 años convenidos, se jugara más de un Madrid-Barça … en disputa de un título oficial y no de un trofeo de verano", zanja.
Analiza Lendoiro que la solución al conflicto con su propuesta es una ventaja para los clubes porque "al designar a los participantes por sus méritos deportivos y no por el dedo del amigo, y ganan en la protección del derecho de los abonados. También ganan los clubes que gozarían de unos cachés inmejorables, evitarían un largo viaje a los jugadores en plena temporada, con jet lag incluido; conocerían la fecha exacta de celebración del encuentro y podrían diseñar su pretemporada sin sobresaltos". Y en el caso de la Federación, también se aprovecharía del consejo de Lendoiro ya que "resolvería el grave problema de legalidad; eliminaría una fecha en su cargado calendario; fijaría un día concreto para ese encuentro -algo que le ha costado en estos años- y percibiría un gran beneficio económico como organizadora de la Supercopa, que serviría de importante apoyo al fútbol no profesional, por cuanto Javier Tebas ha reiterado, de forma inequívoca, que el objetivo que persigue La Liga no es económico, sino reforzar la Marca España y la imagen de nuestro fútbol", razona en su exposición de argumentos para ambas partes.
Lendoiro lamenta que Federación y Liga estén en plena disputa y sin horizonte para el entendimiento. Aunque si tiene que apostar por un perdedor, éste cree que sin duda será Tebas, ya que quien tiene la potestad para organizar es de la Federación, quien tiene la ley en la mano y el deber de hacerla cumplir, y no la Liga. "Esta guerra no favorece en absoluto a Tebas. Si insiste en el Girona-Barça -que RFEF, AFE y Gobierno amenazan con prohibirlo- no sólo incumplirá el contrato con Relevent Sports, sino que pondrá en bandeja a Rubiales capitalizar en solitario la organización en EEUU o Asia de ese gran partido por el título de la Copa de Campeones y, al tiempo, relanzar la Marca España. Lo dicho. Si yo fuera Javier Tebas estaría seriamente preocupado con esta batalla. Puede perder los barcos … y la honra".
El análisis de la situación tiene además otra mirada más profunda. El conflicto le otorga además un as en la manga a Rubiales, ya que podría aprovechar en su favor la disputa. Recuerda Lendoiro que "el 30 de junio de 2019 finaliza el convenio por el que la RFEF tiene otorgado en La Liga el poder fijar los días y horarios de los encuentros, cuando la patronal ya ha vendido para los tres próximas temporadas los derechos televisivos de Liga y Copa. ¿En qué condiciones?. !Ay que miedo! que diríamos en mi tierra".
El análisis de Lendoiro pone en jaque a Tebas, que hace cuatro años tomó la decisión de prescindir del dirigente coruñés como embajador y asesor de la Liga, y pone en bandeja una jugada maestra al nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol muy tocado desde su llegada a la presidencia del ente federativo. La solución de Lendoiro parece propia de un mediador, aunque, quien sabe si esta asesorría gratuita, en forma de opinión, acercaría a Lendoiro a la Federación. Parece que Rubiales, saldría ganando con ello.
