Se dice que al final los lastres terminan cayendo por su propio peso, como desaparecer. El empujar para soltar. Y trabajar. De eso se trata todo. En esas está Mclaren-Honda, donde no se habla de otra cosa dentro del entorno anglo-nipón después de que la falta de rodaje -y de calidad- producida por la falta de fiabilidad les dejara tareas a medio hacer y llegar de una manera más ajustada de lo ideal a la primera carrera de la temporada el próximo 26 de Marzo.
Por ello, en trabajar, y para esa cita inagural en Melbourne, están poniendo nuevas ideas para cambiar el rumbo con un coche prácticamente nuevo y desarrollado que poner en pista.
Es lo que ha concretado Éric Boullier, jefe de los de Woking, quien insiste que el coche visto hasta ahora fue un modelo de prueba y que poco tendrá que ver con lo que viene: “Se trató una versión de prueba aquí, así que somos uno de los pocos equipos en el paddock que llegarán a Australia -no diría que con un coche B-, pero con uno muy cambiado”, comentó al portal de motorsport.com.
En un primer momento, desde Honda con Hasegawa al frente ya afirmaban de estos cambios en su unidad de potencia. Y es que si bien rediseñaron el motor durante el invierno para acercarse al concepto que propuso Mercedes en esta era V6Turbo, el japonés ya vino advirtiendo de los riesgos que planteaba un cambio radical… algo que estos primeros días en pista ya se ha podido comprobar. “Mejorará el rendimiento, pero el riesgo más grande es saber si lograremos ese potencial este año”.
Por otra parte, Boullier destacaba que como equipo y desde el punto de vista interno, han cumplido con gran parte de las expectativas, recordando así que Honda tiene aún deberes pendientes. Para esta semana, esperan acumular rodaje para seguir con los progresos: “Los problemas de Honda tienen solución, no es realmente serio y no hay problemas en el diseño; los que nos fijamos en McLaren están cumplidos. Después los objetivos deportivos serán diferentes. Habrá que esperar a Honda, si tenemos en cuenta lo visto esta semana, con un poco más de rodaje, se dirá”, explicaba el francés, quien ve tanto a Fernando Alonso como a Stoffel Vandoorne positivos con el MCL-32: “Están bastante satisfechos. No necesariamente en términos de potencia, sino que en términos de equilibrio como la reacción del coche y su comportamiento es bueno desde el inicio”, puntualizaba con todas las esperanzas puestas.
Problemas a solucionar
Concretamente, [Sumario]los esfuerzos de Honda se centran en tres campos que se corresponden con los tres grandes problemas detectados en el circuito de Barcelona-Catalunya:
– Depósito de aceite:
Fue el primer contratiempo. Se detectó el día antes de comenzar los test en un filmingday de McLaren y le costó perder la primera jornada de entrenamientos a Alonso. Y es que la forma del depósito de aceite de Honda tiene este año un error de diseño que provoca que en las curvas de alta velocidad, con la consecuencia de las elevadas fuerzas laterales, se corte el suministro de lubricante con el consiguiente riesgo de rotura del motor.
-Sistema eléctrico:
Es seguramente el problema más grave. Desde Honda concuerdan que las baterías del sistema eléctrico tardan demasiado tiempo en recargarse y, por lo tanto, no aportan toda la potencia extra que necesita el motor.
-Vibraciones:
La unidad de potencia Honda genera demasiadas vibraciones cuando funciona a pleno rendimiento, aumentando así el riesgo de averías. De hecho, el fabricante japonés todavía investiga las causas de la pérdida de potencia que sufrió Vandoorne el segundo día de entrenamientos y que podría estar relacionada con esas vibraciones y que indicaría que el problema podría no ser solo culpa de Honda, ya que esas vibraciones no se detectaron en el banco de pruebas.
¿Los últimos serán los primeros? El tópico que envuelve un deseo…