Un Arnaud Démare superlativo se llevó la primera etapa de la París – Niza 2017. Démare aguantó un ataque durísimo de Alaphilippe a 1km de meta, para acabar batiéndole al esprint y adjudicándose una etapa que estará entre las mejores del año.
Se preveía un día tranquilo, pues apenas había dificultades montañosas y los velocistas parecían llamados a dominar en todo momento. Sin embargo, el viento, la lluvia (y la actitud de los ciclistas) hicieron que todo cambiara: este maravilloso deporte nos ofreció uno de esos días que recordaremos cuando termine la temporada.
La fuga del día estuvo compuesta por Sylvain Chavanel (Direct Energie), Gatis Smukulis (Delko Marseille Provence KTM), Romain Hardy (Fortuneo – Vital Concept, meritorio 5º puesto final) y Kristijan Koren (Cannondale – Drapac). Lo que tenía pinta de ser la tradicional lucha entre los escapados y el pelotón para acabar muriendo en la orilla cambió a casi 100 kilómetros de meta.
En ese momento, debido a la lluvia y al viento, se produjeron varios cortes que fragmentaron al pelotón en grupos. En el grupo delantero, de unos 30 hombres, viajaban Démare, Greipel, Kristoff, Kittel, Coquard y hombres de la general como Ion Izagirre, Henao, Dan Martin, Tony Gallopin o Julian Alaphilippe. Por su parte, en el grupo trasero quedaban rezagados nombres importantes como Alberto Contador, Richie Porte, Romain Bardet, Simon Yates o Ilnur Zakarin.
A partir de ese corte la carrera se rompió totalmente, y comenzó una persecución trepidante entre los de detrás (“tira tú que yo tengo que guardar fuerzas”) y el grupo cabecero, en el que todos entraban al relevo conscientes de que el beneficio común podía ser grandioso.
En esa situación pasaban los kilómetros y la ventaja no se reducía, llegando incluso a incrementarse hasta 1’30”. A falta de 24km, todavía no se sabe si por un pinchazo o por falta de piernas, Ion Izagirre cedió del grupo delantero; una pena porque la situación de la carrera era verdaderamente interesante para el vasco, quien pasaba a ser uno de los máximos favoritos para la clasificación general.
Poco después, a 23km de meta y en el grupo trasero, Romain Bardet se vio involucrado en una caída. A base de trascoches y ayudas de todo menos deportivas o reglamentarias, el francés volvió a entrar en el grupo perseguidor. Pregúntense esto: ¿cómo Bardet (él solo, ciclista que no se caracteriza por ser buen rodador) puede unirse a un grupo del que tiran varios ciclistas y que a su vez está persiguiendo a tope al grupo cabecero? Solo se explica con la ayuda del coche del equipo, algo que se vio varias veces en la señal de televisión.
*Nota posterior: los jueces han expulsado a Bardet de la carrera.
Vergonzosos trascoches constantes de Bardet, entre otros. La organización debería tomar medidas. #ParisNice #ParisNice2017 pic.twitter.com/5IXOHGf7Pd
— Adrián Monserrate (@AMonserrateV) 5 de marzo de 2017
A 15km de meta Tony Martin se puso el mono de trabajo y comenzó a tirar del grupo trasero: la potencia del alemán, unida a la falta de fuerzas del grupo de delante, redujo mucho la ventaja y permitió que los capos del grupo trasero no perdieran demasiado tiempo respecto a los del primer grupo.
Coquard, uno de los que menos había colaborado en el grupo cabecero, reventó de mala manera en un repecho a 5km del final. Chavanel hizo lo propio varios metros después. Kittel (que había tirado para Gallopin), también explotó a falta de solo 2km en un falso llano; Greipel, Lampaert y Wallays cedieron absolutamente desfondados a 1,5… Imaginen la dureza de la carrera.
Con todos estos hombres cayendo de maduros, como se suele decir, Alaphilippe lanzó su hachazo en un repecho a falta de 1km. Fue un ataque durísimo, que Gallopin intentó seguir pero no pudo. Solo un Démare imperial, al nivel de su victoria en Milan – Sanremo pudo seguir al francés de QuickStep. Así llegaron al esprint, donde no hubo color y Démare batió con facilidad a Alaphilippe.
De esta forma, se producen las primeras ventajas importantes respecto a los hombres llamados a luchar por la clasificación general. Los mejor situados son Dan Martin y Henao, que comparten tiempo a 15” de Alaphilippe (podría ser aspirante a la general si hace buena CRI). Por detrás, a 53” de Alaphilippe se encuentran Porte y Zakarin, y los peor situados son Contador, Ion Izagirre y Simon Yates, quienes pierden 1’10” respecto al francés.
Aunque haya habido estas diferencias, grandes tratándose de una etapa llana, se puede decir que todos han salvado el día y la general no está resuelta, ni mucho menos (hubo varios kilómetros donde parecía que la carrera se iba a decidir). Si ayer hablábamos del carrerón que fue la Strade Bianche, la etapa de hoy no se ha quedado corta ni por asomo. No tenemos más que disfrutar de esta París – Niza, que terminará el domingo. Desde luego, si todas las etapas son como la de hoy no nos vamos a aburrir.
