El Real Madrid está acostumbrado a lidiar con la máxima exigencia y esfuerzos físicos al límite. Aún así, cada temporada, un club con semejante status debe afrontar estas épocas duras. Los blancos quieren La Liga. La competición doméstica se les atraganta en las últimas temporadas. En 13 días disputarán cuatro partidos (tres de Liga y uno de Champions) y tres viajes.
Tras el regreso de varios jugadores galardonados en Londres en la gala 'The Best', dichos futbolistas llegarán a Madrid sobre las dos de la madrugada del lunes al martes. Hoy han realizado el último entrenamiento antes de disputar mañana el choque frente al Sevilla. Al concluir el encuentro en el Pizjuán, la expedición blanca regresará a la capital de España de madrugada.
La siguiente parada es el derbi. Menos de tres días (uno menos que el Atleti ) tienen los blancos para preparar el choque. Además, los del Cholo disputan esta noche su partido de entre semana en el Wanda frente al Huesca .
La competición fetiche del Madrid no les dará tregua. El lunes 1 de octubre, viajarán a Moscú para el choque del martes frente al CSKA. El viaje más largo de la Champions para los de Lopetegui. 7 kilómetros y más de nueve horas de vuelo entre ida y vuelta. El regreso a Madrid volverá a provocar que los jugadores blancos aterricen en Barajas a altas horas de la madrugada del miércoles .
Para terminar la cuesta de Julen, el Madrid afrontará su tercer viaje casi consecutivo para visitar al Alavés, la revelación de La Liga siendo terceros en la clasificación. Un escollo más en el camino del conjunto blanco. Sin embargo, para celebrar hay que sufrir.