Un año se cumple de la inauguración del Metropolitano. El paseo al estadio por parte de los aficionados ya se ha convertido en rutina, y hoy, una vez más, acudían a ver a su equipo en una soleada mañana de fútbol para apoyar e insuflar ánimos tras un renqueante inicio de temporada y olvidar así la dura derrota sufrida hace dos semanas en Vigo.
El conjunto de Simeone, con la baja importante de última hora de Lucas por un dolor abdominal, afrontaba el duelo con la urgencia de recortar la distancia que les separa de Madrid y Barcelona. El rival, el Eibar, visitaba la capital tras cosechar una importante victoria en los últimos compases frente a la Real Sociedad, y con ello conseguir borrar de la memoria las dos derrotas de las primeras jornadas.
DMITROVIC, EL MURO SERBIO
El Eibar dio el primer susto en el feudo rojiblanco. Cote empalmó un zurdazo desde la frontal que salió repelido por el larguero. El primer aviso de un equipo que, al igual que la temporada pasada, salía al verde del Metropolitano con la intensidad y ganas que le caracterizan. Sin embargo, pronto el Atlético igualaría fuerzas mediante una jugada individual de Griezmann que, tras zafarse del defensor, ejecutó con un disparo raso que terminó interceptando Dmitrovic.
Los rojiblancos ofrecían poco fútbol y movilidad en ataque, de ahí que buscasen constantemente a Costa a través de balones en largo a la espalda de la defensa armera. A falta de ideas, el peligro colchonero llegó con jugadas a balón de parado. Lemar botó dos córners en el ecuador de la primera mitad que no atravesaron la línea de gol gracias a dos intervenciones felinas del meta serbio. Saúl primero y Griezmann después, ambos de cabeza, obligaron al arquero a sacar dos manos milagrosas evitando así el primer tanto del partido.
Tras las acciones claras de gol, el Atleti se vino arriba. Comenzó a romper las líneas rivales con absoluta facilidad. Los de Simeone dominaban el encuentro. El Eibar cada vez se veía con más problemas para disputar el balón. Pero con lo que quizá no contaban los rojiblancos era con un portero que se iba a convertir en una pesadilla. De nuevo, en el 28’, sacaría con el pecho un misil de Godín dentro del área pequeña.
Al filo del descanso el Eibar recuperó terreno, fruto de las imprecisiones del Atleti. Arbilla, que se marcó un exigente duelo con Diego Costa, probaría suerte desde la frontal con un disparo que se marcharía desviado. Y así, con la balanza más pareja que en los minutos anteriores, concluía un primer asalto con el cero a cero inicial.
LA DESESPERACIÓN ROJIBLANCA
La segunda parte arrancaría con un centro raso de Lemar al punto de penalti que Costa no encauzó. Después, Dmitrovic por dos. Primero: paradón tras un potente disparo del hispano-brasileño. Segundo: alarde de reflejos sacando una mano arriba tras un cabezazo a bocajarro de Godín. Los armeros aprovechaban la desesperación de su rival para acercarse a la meta de Oblak. Lo hicieron con un centro de Pere Milla al segundo palo que terminaría con un remate de Peña que atrapó sin problemas el esloveno.
El Atleti generaba ocasiones, lo intentaba, desnudaba a su contrincante una y otra vez con balones directos. Sin embargo, el premio del gol no llegaba. Lo que significaba que el conjunto armero seguía vivo en el duelo. Los de Mendilibar, ansiosos por agarrarse al resultado y seguir compitiendo, pusieron el grito en el cielo con un cañonazo que se estrelló en el larguero.
El descontrol y desgaste por parte de ambos conjuntos marcarían el devenir del encuentro. El ida y vuelta de una a otra área supondría un aliciente para el Eibar y, a su vez, agotaría física y mentalmente a los de Simeone, que seguirían luchando y creando ocasiones, pero encontrándose con el mejor de hoy: Dmitrovic, que con siete intervenciones en total se erigía como el héroe del partido.
En los últimos minutos, los de Mendilibar cometerían errores garrafales a la hora de dar el último pase. Así como el Atleti, que regalaba una y otra vez el esférico ocasionando constantes contrataques de los armeros. Uno de ellos terminaría con el premio del gol. Sergi Enrich colocaba un balón dentro de la red rojiblanca. Los locales pagaban el castigo de no conseguir marcar, más por méritos del meta rival que por deméritos propios.
Ya en el descuento y a la desesperada, Godín estrellaría otro balón en el palo. Pero fue el canterano Borja Garcés el que impartiría justicia haciendo lo que parecía imposible hoy, anotar el tanto del empate. El joven jugador empalmó de volea un centro de Correa colocando el cuero en la esquina de la red armera.
Tablas en el Metropolitano en una mañana para olvidar para los colchoneros, que sintieron la impotencia de ver como el mayor premio del fútbol, el gol, no llegaba. Avivando así ciertos fantasmas del pasado. El Eibar, más que satisfecho, se llevó un valioso punto ante un rival que ve aún más lejano los puestos altos de la tabla.
FICHA TÉCNICA:
Atlético de Madrid: Oblak, Giménez, Juanfran, Godín, Filipe Luis, Lemar (Correa, 58’), Rodrigo (Borja Garcés, 70’), Koke, Saúl, Griezmann y Diego Costa.
SD Eibar: Dmitrovic, Peña, Arbilla, Paulo, Cote, Jordan, De Blasis, Pere Milla (Escalante, 56’), P. Diop (Cardona, 80’), Sergio A. y Charles (Sergi Enrich, 56’).
Goles: 0-1 Sergi Enrich (87’) 1-1 Borja Garcés (94’)
Árbitro: Martínez Munuera (Valenciano). Amonestó a los locales Koke (39’), Godín (50’) y a los visitantes Charles (16’), Diop (53’)
Incidencias: Partido correspondiente a la 4º jornada de Liga 2018 – 2019 disputado en el estadio Wanda Metropolitano con una asistencia de 55.674 espectadores.
