Es el cambio de su vida, de su nueva vida. Lejos de todo lo vivido, ganado y sufrido. Pero para eso hay que estar. Cumpliendo, de nuevo.
Así, y luego de hacer su debut en la mítica cita de las 500 millas de Indianápolis el pasado año, Alonso rodará con un Indycar del actual campeonato americano.
El astur, por este motivo del que está cada vez más cerca de su anuncio, solicitó hacer una prueba de novatos que tendrá lugar este miércoles 5 de septiembre en el circuito de Barber.
Este trazado es conocido por, además de ser la clásica pista de ruta 'racing', lugar donde la categoría alberga sus tests de pretemporada y que más se usa en norteamérica.
Es por ello que para lograr aclimatarse lo mejor posible, Fernando debe llegar con el mayor grado de conocimiento del coche posible y quiere valorar su estado de forma con el monoplaza actual.
La pista se emplaza en Alabama, en medio de la nada. Será con el coche de Ryan Hunter–Reay, campeón de la Indycar y piloto de Andretti, -propulsado por el motor Honda-, y con un coche limpio de patrocinadores principales.
Alonso disfrutará de una jornada completa en la que no se podrán hacer muchas comparaciones, ya que la IndyCar corre en Barber en abril. Alonso se podrá adaptar a las reacciones y reglajes del monoplaza con especificaciones de circuito rutero, muy diferentes de las que se utilizan en los óvalos.
Lo hará pilotando solo en pista y sin nadie con quién medirse, por lo que se tratará especialmente de un test para coger sensaciones y ver cómo se siente con un monoplaza totalmente distinto a lo tomado hasta ahora.
De disfrutar, de divertirse y de ver cómo llega todo para lo que puede ser compaginar un campeonato entre el Mundial de Resistencia, con su Le Mans, y por el otro lado la carrera marcada por el astur; las 500 millas y el sueño. La vida nueva…