Ocho días le quedan al mercado de fichajes antes de su cierre, y el Betis apura al máximo sus opciones por los objetivos prefijados por la comisión deportiva liderada por Serra Ferrer. El prioritario, hoy, es Rafinha, mediocentro brasileño al que el FC Barcelona quiere venderle en antes del 31 de agosto, ya que el jugador termina contrato en 2020 y el club necesita liberar masa salarial para cumplir con el fair play financiero. No obstante, no está dispuesto a venderlo a cualquier precio, algo que le trasladó al Inter, equipo en el que Rafinha jugó cedido durante la pasada temporada, al solicitarle, con la opción de compra pertinente, una cuantía que rondaba los 35 millones de euros, rechazada por la entidad milanesa.
El Betis, desde hace un par de días, hizo llegar a Can Barça una oferta de cesión, cifrada en el pago de 1,5 millones de euros durante el presente curso —como adelantó Sport—, con una opción de compra no obligatoria fijada en 25 millones de euros. El FC Barcelona, consciente de la valía de su mediocentro y que Ernesto Valverde ve con buenos ojos mantenerle en la plantilla, desestimó la oferta. Sin embargo, Lorenzo Serra Ferrer hizo ver a los directivos culés que era una buena oferta, motivo por el cual trasladó de nuevo la propuesta, afirmando que esperarían respuesta hasta el domingo, día en el que el Betis, en caso de no recibir un mensaje positivo, activaría las opciones alternativas existentes por el jugador. Los dirigentes béticos han afirmado varias veces durante la presente semana que se muestran optimistas con la operación, y hoy se reafirman en sus declaraciones, manteniendo las esperanzas de que la negociación llegue a buen puerto.
El FC Barcelona debe vender y liberar espacio económico para ajustar sus límites, algo que conocen en la cúpula de la entidad blaugrana, pero el Betis no está dispuesto a esperar hasta el cierre de mercado. Si el Barcelona decide no dar salida a Rafinha antes del domingo, Serra Ferrer abriría la vía internacional para reforzarse con un perfil similar. A pesar de todo, el brasileño es un antojo personal del mallorquín, y una pieza que Quique Setién ve con buenos ojos, por lo que han procurado valorarle correctamente. El jugador ha trasladado a sus excompañeros Cristian Tello y Marc Bartra su deseo de vestir de verdiblanco, y desde el club bético esperan que el Barcelona acepte una oferta que puede dar al Betis un incremento en la calidad de su plantilla de cara a un año muy ilusionante.
