El VAR no había hecho acto de presencia de forma destacada durante la primera jornada hasta esta noche en el partido que enfrentó al Rayo Vallecano y al Sevilla. El partido se saldó con una cómoda victoria sevillista por 1 a 4, con un gran actuación de André Silva, aunque su hat-trick se vio empañado por la nueva tecnología para ayudar al arbitraje.
Fue en el minuto 79 cuando André Silva mandó el balón al fondo de las mallas tras un buen desmarque por el medio de la zaga vallecana. Sin embargo, Mateu Lahoz anuló el gol por fuera de juego.
La afición del Rayo Vallecano suspiraba de alivio cuando, de repente, el árbitro señala el punto de saque de medio: ¡el VAR había dictaminado que era gol!
La sorpresa del rayista se tradujo en un enfado generalizado. En el fondo cantaban al unísono "Odio eterno al fútbol moderno", mientras que las demás gradas pitaban y gritaban con gestos claros de desaprobación.
Nada pudo hacer el penalti señalado a favor del Rayo gracias al VAR, pues se había pitado falta al borde del área. A pesar del gol de Embarba desde la pena máxima, los aficionados no se creían lo que estaban viendo en el Estadio de Vallecas.
El VAR es una tecnología que ayuda a tomar decisiones arbitrales. En el Mundial tuvo gran importancia, pero en la Liga no se había probado y visto su transcendencia en el momento de decidir partidos.