El jugador del Sevilla FC, Sergi Gómez, atendió a los medios oficiales tras aterrizar en Vilna (Lituania) con motivo del encuentro de UEFA Europa League de la Q2 ante el FC Zalgiris (jueves 16, 19:00 horas, Movistar Liga de Campeones y SFC Radio). El central afirmó que "el resultado de la ida no fue abultado" y que mañana "no va a ser fácil, pero venimos con ganas y preparados para conseguirlo. Para el Zalgiris era muy importante jugar en un estadio como el Sánchez-Pizjuán y nos pusieron difícil hacer más goles. Ahora cuentan con el factor de jugar en su casa y nos intentarán complicar las cosas".
Sobre la superficie del terreno de juego, Gómez explicó que "no estamos habituados al césped artificial, pero no debe ser un problema. Hemos hecho el último entrenamiento allí en Sevilla en artificial y no debe suponer algo grave. Puede afectar sobre todo en conceptos del juego, a la hora del bote y el control, pero hay que adaptarse lo más rápido posible y para ello entrenaremos hoy allí".
Sobre la necesidad de anotar pronto en el partido, el central indicó que ellos "darán la cara, serán compactos y saldremos a competir", añadiendo que "todo gol fuera de casa es importante y más en una eliminatoria como ésta. Sabemos que hay que ir a por todas y si podemos hacer un gol pronto, mejor". Por último, reconoció que pese a su titularidad en Tánger, no sabe si será mañana de la partida: "Los que hemos venido estamos todos disponibles, pero el que hace el once es el míster y el tiene su criterio para tomar las decisiones. Si pasamos sabemos que puede ser un año con muchos partidos, pero el equipo se ha reforzado para poder estar fresco cada tres o cuatro días".