La operación salida en el Sevilla FC todavía tiene algo de trabajo en este mercado de fichajes. Tras las salidas de Pizarro, Correa, Lenglet, David Soria, Juan Muñoz o Sergio Rico entre otros, todas las miradas se concentran en Paulo Henrique Ganso. El brasileño es otro de los transferibles del equipo y ha estado ocho meses sin jugar competición oficial, volviendo en el partido de Europa League ante el Zalgiris.
El jugador firmó por cinco temporadas en 2016, de las cuales llegaría ahora a la tercera campaña en caso de que se quede. Un jugador que no ha tenido muchos minutos en la plantilla (sólo 28 encuentros en dos campañas, un total de 1.613 minutos jugados y siete goles anotados), y del que se espera una salida. La alta competencia en el centro del campo con N'Zonzi, Banega o Sarabia ha hecho daño en la continuidad del jugador, donde entrenadores como Sampaoli, Berizzo, Montella o Caparrós han preferido otras alternativas como Pizarro o Correa (jugadores que no están en la plantilla).
Una solución que pasa por la venta, y que incide no sólo en lo deportivo sino en lo económico. El jugador cobra dos millones de euros, un alto salario que muchos clubes no pueden pagar. Por tanto, la solución pasaría por intentar vender al jugador por una cantidad cercana a los 10 millones de euros que pagó el club de Nervión por el jugador. Una prioridad para el club, con el objetivo de hacer una buena plantilla para mejorar los resultados de la pasada temporada.