En el año 2011, a Eric Abidal, por aquel entonces jugador del Fútbol Club Barcelona, se le fue diagnosticado un cáncer de hígado. Tras varios meses en el dique seco en el que se temió por su vida, el francés se recuperó e incluso volvió a jugar esa misma temporada de azulgrana. Poco después volvería a recaer, pero el galo volvería a recuperarse. Al parecer, todo se debía a una "milagrosa" donación de un primo del jugador. Sin embargo, siete años después, parece que todo eso era mentira y que Rosell estaría detrás, de manera ilegal, de este asunto.
En la actualidad, el antiguo máximo mandatario blaugrana cumple prisión incondicional por blanqueo de capitales. Por lo tanto, llueve sobre mojado sobre Rosell, que ha sido descubierto en hasta cuatro llamadas telefónicas por la Guardia Civil y la Policía Nacional reconociendo estos graves hechos.
La primera de estas cuatro llamadas se habría producido el 20 de abril del 2017, en la que corroboraba que se le había comprado un hígado ilegal al jugador. En esta y en las posteriores conversaciones se escucha a un Rosell enfadado con Abidal, incluso llegándole a tildar de "hijo de puta" al considerarle un desgradecido por culparle de su salida del club cuando este le había "salvado la vida".
A día de hoy, el propio Rosell cumple condena desde hace un año en la prisión de Soto del Real. Mientras tanto, Eric Abidal acaba de regresar al Barcelona como secretario técnico de la mano de Josep María Bartomeu, el actual presidente culé y el sucesor de Rosell cuando este dimitió.