El hermetismo en Maranello ha sido muy diferente al de cualquier otro invierno. Ferrari ha trabajado mucho, pero esta vez en silencio. Fruto del descalabro del año pasado, nace un monoplaza que pretende aprovechar el cambio de normativa para volver al carro de las victorias. La escudería del cavallino rampante cumple 70 años en Fórmula 1 y lo celebra bautizando a su monoplaza con tal efeméride. Muchos han sido los cambios que ha experimentado la nueva joya italiana, que recupera su color rojo intenso inconfundible.
En un breve vídeo, Ferrari descubría su SF70H con variaciones sobre todo en la mitad del coche, una tónica que se está viendo en diferentes equipos ya presentados como Renault o Mercedes. A primera vista, los pontones son lo más llamativo. Estos cuentan con unas tomas de aire alargadas y triangulares, nunca vistas hasta ahora. Estas entradas dejan un gran vacío en la zona inferior, propiciando el paso del flujo del aire, facilitado además por unos amplios deflectores laterales. Los largos y seccionados bargeboards del monoplaza también contribuyen a esta labor de limpieza y redirección del aire.
El “T-wing” empieza a extenderse
El frontal experimenta pocos cambios, con una nariz al uso que no varía con respecto al SF16H y un alerón muy trabajado, revisado únicamente para solventar con la mayor eficiencia posible el cambio de normativa. A un airbox clásico se suman la ya clásica aleta de tiburón, pintada de color blanco para evitar el impacto visual en esta zona estéticamente controvertida, y un aletín en forma de “T” idéntico al que presentó Mercedes en la jornada de ayer en su W08. Este elemento, al límite de la legalidad, pretende generar vórtices de aire sobre el alerón trasero para aumentar la estabilidad y el agarre en esta zona que sérá de vital importancia esta temporada.
El sexto Fórmula 1 que ha visto la luz en los últimos días mantiene su toque personal, y es que por encima de presupuestos y objetivos, los monoplazas de este 2017 ya tienen el mérito implícito de proponer ideas originales y distintivas, además de regalar a los aficionados una estética nunca vista. No ha sido una decepción el Ferrari en este aspecto, aunque falta la parte más importante, confirmar que todos los cambios se traducen en segundos y que Ferrari volverá a pelear por victorias… o quién sabe si por algo más.