Esbozaba una sonrisa frágil, quizás como suele, pero por dentro no podía ocultar lo tanto que llevaba. Se presentaba ante la sociedad probando por primera vez su nuevo monoplaza, su nuevo bólido de plata, su nuevo W08 con el que se suma esta temporada al todopoderoso equipo Mercedes sin siquiera poder cantarlo hace unos meses. Y es que la inesperada salida de Nico Rosberg hizo que ni en sus mejores deseos podría pilotar en este mismo año el coche de Brackley.
Aún así, tiene la difícil tarea de poder establecer el objetivo principal por el que ha llegado aquí, como es el de alzarse como campeón del mundo y por lo que le pesarán varios retos a partir de ahora.
.@ValtteriBottas hits the track for the first time as a @MercedesAMGF1 driver! ???? #VB77 #EQPower+ #F1 #F12017 pic.twitter.com/wjc7N5I1Yn
— Mercedes-AMG F1 (@MercedesAMGF1) 23 de febrero de 2017
La presión de llegar al equipo campeón
Una de las más importantes, sobre todo al principio de temporada. Bottas llega al equipo que ha arrasado en los últimos cuatro años, estableciendo así su propia marca de peso en la Fórmula 1. Por una parte le proporciona y asegura un buen coche para luchar durante la temporada, pero también pone entre sí una gran presión sobre sus hombros, donde en cada cita y en cada carrera va a ser medida con la de su compañero… algo que Rosberg sabe muy bien. De otra manera y si los resultados no llegan tras unas carreras que se pueden llamar ‘de adaptación’, tardarán poco tiempo en buscarle un sustituto, cosa que dice mucho de su único -de momento- año de contrato; con ello, Valtteri acepta el reto.
Dejar de lado el ser un piloto poco más que regular
Otra de las tareas no menos importante; considerado como un piloto de base y muy regular, capaz de cumplir en todo momento con el equipo y a un mismo nivel, no destaca excesivamente por su rapidez. Llega a dar el paso estando obligado a subir un escalón más para marcar su marca y batir a su compañero Hamilton.
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Poco rodaje para la primera carrera
Es uno de los temas que más se critica a la Fórmula 1 y una de las peculiaridades del deporte, donde apenas se puede entrenar ‘a fuego real’. Las pruebas son pocas… y más en este año donde se reducen más, incluso, las sesiones de pretemporada (ocho días hasta llegar a Melbourne) y con el atenuante de un cambio reglamentario revolucionario en los coches, con la desventaja de que además de adaptarse a estas nuevas normas también tendrá que conocer a su nuevo equipo. Normalmente se rueda la mitad de jornadas que su compañero de garaje, por lo que el finés llegará a la primera carrera con tan solo cuatro días al volante de un coche totalmente nuevo para él, por tanto su adaptación deberá ser mayor.
Hamilton
No es un compañero fácil con el que lidiar. Su principal objetivo, además de batir a quien tiene en el box de al lado, es endosarse como mínimo medio segundo en el bolsillo. Capaz de aislarse, olvidarse del mundo que le rodea, ponerse el casco y hacer, como nadie, los mejores tiempos por vuelta. Ese es Lewis Hamilton. Lo hizo con Rosberg durante y ahora tratará de hacerlo con Bottas, quien desde que está en la Fórmula 1 -allá por el 2013-, ha superado siempre a su compañero de equipo. Todo queda aquí, todo empieza. De nuevo.
Waiting… ??@ValtteriBottas is suited and booted ??
Ready for his first run in the 2017 beast! #VB77 #F1 #F12017 #EQPower+ pic.twitter.com/EMucThubkW
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