La Juventus es uno de los grandes equipos de Italia y de todo el continente europeo, ganador de innumerables títulos nacionales y continentales a lo largo de su dilatada historia, y es reconocido por su clásica camiseta de rayas verticales negras y blancas, motivo por el que el club es conocido como los Bianconeri, además de La Vecchia Signora. Sin embargo, el equipo de Turín no siempre vistió esos colores, cuyo origen hunde sus raíces en una de las anécdotas más curiosas de la historia del fútbol.
Efectivamente, la Juventus fue fundada en el epílogo del siglo XIX, concretamente, en 1897, en una Turín que comenzaba a llamar a la puerta de la modernidad y la industrialización. El nacimiento del club coincide con la propagación de otros inventos como el cine y el coche. Apenas dos años después, en la misma ciudad, nacería FIAT, la primera marca italiana de automóviles. Entre varios estudiantes turineses fundaron la Juventus y adoptaron como colores representativos el rosa y el negro. En sus primeros años de vida, los jugadores lucían una camisa rosa, que incluía en ocasiones un corbatín negro, combinada con pantalones negros.
Con el tiempo, después de muchos lavados, las camisetas perdieron su tonalidad y el club decidió cambiarlas. Encargó a John Savage, uno de los socios fundadores, una camiseta roja con ribetes blancos, similar a las del Nottingham Forest. Pero Savage acudió a una fábrica textil de la ciudad inglesa en la que trabajaba un viejo amigo, seguidor del Notts County, el otro equipo de la ciudad y cuya camiseta lucía rayas verticales negras y blancas. Cuando los nuevos uniformes llegaron a Turín, los miembros de la sociedad italiana se quedaron boquiabiertos al ver que las camisetas no eran las rojas que habían encargado sino unas con rayas verticales negras y blancas. La primera reacción fue de rechazo pero, al estar el inicio de la liga a la vuelta de la esquina, tuvieron que vestir esa indumentaria. Aquella temporada, 1904-1905, la Juventus se proclamó campeón de Italia por primera vez. Desde entonces, no volvería a cambiar de uniforme nunca más.