Para no perder la costumbre de las sorpresas en este Mundial, Japón consigue vencer a Colombia, eso sí, con diez jugadores debido a la expulsión de la 'roca' Sánchez en el minuto dos. El cuadro 'cafetero' deberá sudar si quiere pasar a octavos ya que le queda verse las caras con la Polonia de Lewandowski y la Senegal de Mané.
Entraban en escena los colombianos en este Mundial de Rusia sin su estrella James en el once ya que venía tocado en la previa. Ese solo sería el mínimo problema para los 'cafeteros'. Apenas transcurridos tres minutos del pitido inicial, el central colombiano Sánchez perdía un balón a orillas de su guardameta. Osako recogía ese regalo y se quedaba mano a mano frente a Ospina, pero este logró despejar el esférico. Sin embargo, el rechace le cayó a Kagawa que disparó a una portería con Ospina en el suelo, pero el que hizo de portero fue Carlos Sánchez que evitó el gol alargando el brazo. El colegiado no dudó y le mostró la tarjeta roja y el punto de penalti. Kagawa no fallaba y ponía el 0-1 en el marcador. Este Mundial de Rusia será recordado, entre otras cosas, por ser el campeonato de los penaltis.
Pékerman no movía sus filas y quería ver la reacción de sus pupilos sin tocar nada. Los colombianos no se rendían, atacando por todos lados pero con evidentes huecos atrás. El esfuerzo de los sudamericanos estaba siendo creciente; los japoneses aguantaban como podían. Pasada la primera media hora y viendo que el choque no cambiaba mucho, el técnico 'cafetero' tomaba una decisión más que sorprendente: quitaba a Cuadrado del campo para sacar a Barrios.
El que estaba siendo el mejor de Colombia, Quintero, se disfrazó de Ronaldinho para poner el empate a uno gracias a un tiro libre magnífico por debajo de la barrera que Kawashima no pudo sacar de la línea de gol. Se iban los colombianos al descanso con mejor sabor de boca. Sin embargo, la segunda mitad comenzaba con dominio japonés y, prácticamente 23 jugadores en el campo del conjunto amarillo.
Llegando a la hora de partido, Pékerman daba entrada al deseado por toda la afición 'cafetera'; salía a jugar el pichichi del último mundial de Brasil hace cuatro años. Se producían movimientos también en el conjunto nipón, saltaba a jugar Honda, sí ese Honda que nos asombró a todos en el CSKA y Milán. Escasos minutos después, botaba un córner que Osako mandaba de un testarazo al fondo de las redes colombianas para poner el 1-2 definitivo.